El Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy bajar por sorpresa su principal tasa de interés al 0%, fijando un nuevo mínimo histórico, así como elevar la penalización a los depósitos bancarios.

El BCE además ampliará a 80.000 millones de euros las compras mensuales de bonos soberanos y títulos empresariales.

En un último intento por reactivar la coyuntura económica en la eurozona y luchar contra la baja inflación, el BCE decidió rebajar de nuevo su mínimo histórico, fijado en septiembre de 2014 en el 0,05 por ciento.

Junto a esto, a partir del 16 de marzo los bancos deberán pagar un 0,4% en lugar de 0,3% si desean depositar su dinero en el BCE.

La tasa negativa a la facilidad de depósito es una penalización del BCE a los bancos por no poner a disposición el dinero a familias y empresas en forma de préstamos. La última vez que el Banco Central Europeo elevó esta penalización fue en diciembre de 2015.

Una medida temida por los economistas

Los economistas temen que los bancos deriven estos costos a sus clientes, en lugar de conceder más créditos y las cajas de ahorros alemanas (Sparkassen) ya han anunciado que están analizando la posibilidad de albergarlo en sus cajas fuertes.

Al mismo tiempo, el consejo de gobierno del organismo europeo decidió ampliar a partir de abril el volumen mensual de compra de bonos estatales y otros activos, fijado hasta el momento en los 60.000 millones de euros (63.330 millones de dólares).

Con la llamada flexibilización cuantitativa o “quantitative easing” (QE), puesta en marcha hace apenas un año, el BCE busca reactivar la coyuntura económica e impulsar los precios al alza. Sin embargo, hasta el momento no ha tenido el efecto deseado.

La inflación interanual en la eurozona cayó en febrero a un -0,2 por ciento debido, sobre todo, a la fuerte caída de los precios de la energía. Esta cifra está muy lejos del objetivo de estabilidad de precios fijado en un valor cercano pero por debajo del dos por ciento.