Justicia condena a 8 años de privación de libertad a un adolescente por cometer dos robos con violencia en Quilpué.

La determinación fue tomada por el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Viña del Mar en contra de un menor de 16 años, que el 1 de mayo de 2015 agredió a dos mujeres, a las cuales les robó sus carteras.

Los hechos se registraron en el sector de Belloto Norte, cuando el joven conducía un vehículo robado e interceptó a una de las víctimas que caminaba por avenida Mateo de Toro y Zambrano, agrediéndola hasta sustraerle su cartera, para luego huir del lugar.

No obstante al menor no le bastó con el primer atraco, ya que después abordó a otra mujer, a la que tomó la cartera, subiéndose al mismo auto. Pese a que la víctima aún sostenía sus pertenencias, siguió conduciendo y la arrastró con el vehículo en movimiento.

Ambas víctimas resultaron con lesiones de consideración.

Mientras que el menor – que en ese entonces cursaba octavo básico - fue detenido posteriormente, y reconocido durante la investigación y el juicio.

Antecedentes previos

El adolescente contaba con cuatro condenas anteriores por diversos delitos de menor gravedad, lo que fue considerado por parte de la Fiscalía para solicitar al tribunal la privación de libertad, según detalló el fiscal jefe de Quilpué, Juan Emilio Gatica.

El tribunal acogió el argumento determinando que la condena deberá ser cumplida bajo “régimen cerrado con un programa de reinserción social”.

Según el dictamen del tribunal, la medida se tomó ya que pese a que el menor fue “condenado anteriormente a sanciones no privativas de libertad, éstas no fueron suficientes para disuadirlo de cometer nuevos delitos, por lo que se ha llevado a estimar a estos jueces que se hacía necesario una intervención más intensa, que sólo puede cumplirse en privación de libertad, a fin de lograr se incorpore a un proceso de resocialización”.

El fiscal Gatica valoró que el tribunal impusiera la pena solicitada, por considerarla ajustada a la gravedad de los hechos, a lo establecido en la ley penal, y a la necesidad de imponer sanciones que puedan corregir las conductas futuras del adolescente.