Los aspirantes republicanos a la Casa Blanca buscaron los reflectores este jueves en ausencia del millonario Donald Trump, quien boicoteó el último debate antes de la primera votación de las nominaciones presidenciales el lunes en Iowa y provocó a sus rivales con un evento paralelo.
El polémico magnate inmobiliario, que ha dirigido una exitosa campaña defenestrando del “establishment” político, escribió una nueva página de su heterodoxo libreto electoral al anular su participación en el duelo de candidatos en Des Moines, capital de Iowa, a cuatro días de los “caucus” (asambleas) el 1 de febrero.
Molesto por la supuesta parcialidad de Fox News, la cadena anfitriona, y de su presentadora estrella Megyn Kelly, Trump boicoteó el debate y en cambio organizó un evento en simultáneo, a pocos kilómetros de distancia.
Aunque ausente, la sombra del millonario planeó sobre la sala de conferencias donde los otros siete principales candidatos debatían, casi nueve meses antes de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.
“Soy un maníaco y todos en este escenario son estúpidos, gordos y feos, y Ben (Carson), eres un terrible cirujano”, dijo, imitando el característico estilo incendiario de Trump, el senador ultraconservador Ted Cruz, segundo en los sondeos republicanos, entre las risas de los presentes.
“Ahora que hemos hecho a un lado la porción de Donald Trump (…) mostrémosle a las personas de este país por qué cada uno de nosotros cree que puede ser el mejor comandante en jefe”, afirmó.
Trump ha sido el rey de los insultos y ataques personales contra sus rivales. Según él, Cruz es un “tipo asqueroso” y el ex gobernador de Florida, Jeb Bush, “tonto como una roca”.
Pocas horas antes se había burlado de Fox News y de sus rivales, afirmando que sin él el debate sería un “desastre total” de baja sintonía.
Sin el magnate en escena, los candidatos dieron rienda suelta a la ironía. “Él era un pequeño oso de peluche para mí. Siempre hemos tenido una relación amorosa en estos debates, en el ínterin y en los tuits”, dijo Bush. “Ojalá estuviese aquí”, agregó con sarcasmo.
“Premios de la Academia”
Pocos minutos después, Trump salió a escena en su propio evento, frente a 700 personas en el campus de la universidad Drake. El mitin organizado en dos días y cuyos beneficios serán destinados a organizaciones que trabajan por veteranos de guerra, fue transmitido por CNN.
“Cuando te maltratan, tienes que sacar la cara por tus derechos”, afirmó el millonario que lidera los sondeos republicanos desde julio pasado, pavoneando que habían tantas cámaras de televisión que su evento parecía los “premios de la Academia”.
“Pero amo a Iowa, aquí estoy”, agregó.
Poco antes del debate, el magnate dijo a CNN que Fox News le había presentado excusas y que consideró aparecer a último minuto en el debate. Pero señaló que el evento de los veteranos “tomó vida propia” y se vio obligado a presentarse en cambio ahí.
Trump lidera los sondeos a nivel nacional. Según un sondeo de CNN/ORC, el millonario tiene el 41% contra 19% de Cruz.
Pero Cruz le sigue los pasos en Iowa, cinco puntos por detrás según un promedio de encuestas de RealClearPolitics. Con el apoyo de líderes evangélicos y 12.000 voluntarios y empleados regados por el todo el estado, el senador afirma que puede ganar.
“Lo que sea para ganar votos”
El debate republicano transcurrió en calma, pero no sin enfrentamientos entre Cruz y el senador Marco Rubio, que marcha en un lejano tercer lugar en las encuestas.
Los legisladores, ambos de origen cubano, se enfrascaron en una disputa sobre la inmigración y el destino de los 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, la mayoría de ellos provenientes de América Latina.
Cruz acusó a Rubio de haber apoyado un proyecto de regularizaciones masivas en el Senado en 2013.
“Cuando se libró la batalla, mi amigo el senador Rubio escogió el lado de Barack Obama”, dijo Cruz.
“La verdad es, Ted, que durante esta campaña has dicho o hecho lo que sea para ganar votos”, replicó Rubio, recordándole a su rival que trabajó en el plan de inmigración del presidente George W. Bush.
Durante dos horas, los candidatos discutieron sobre seguridad nacional, islam radical o las estrategias para combatir al grupo Estado Islámico, cada uno de ellos presentándose como la mejor opción para comandar las fuerzas armadas estadounidenses.
Pero también enfocaron en grupo sus cañones contra la favorita de los demócratas, Hillary Clinton.
“Déjenme decirles quien no está calificada para ser presidente de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton”, apuntó el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie.