¿Qué pasa cuando hay muchas venas varicosas en las piernas que no causan molestias, pero tienen mala apariencia? ¿Son nocivas?¿Existe riesgo de otros problemas de salud por tener várices? ¿Cuál es la mejor manera de tratarlas? El Dr. Thom Rooke, de Enfermedades Cardiovasculares de Mayo Clinic en Rochester (Minnesota, EEUU), responde al respecto.
Según el especialista “la mayoría de veces, las venas varicosas son un problema estético y normalmente, no aumentan el riesgo para otros problemas médicos. Si tu deseo es deshacerte de las venas varicosas, existen tratamientos disponibles para cerrarlas o extraerlas”.
“La función de las venas es transportar de regreso al corazón la sangre que ya entregó oxígeno a los tejidos del cuerpo para que pueda reabastecerse de más oxígeno y volver a circular. La falta de oxígeno en la sangre que circula por esas venas es lo que les da aquel notorio tinte azulado que puede verse a través de la piel”. comenta.
En este sentido, explica que las várices son venas que se han agrandado y la sangre, “en lugar de impulsarse sin tropiezos por ellas, tiende a acumularse, haciéndolas abultarse y lucir nudosas. Las venas varicosas a veces tienen la apariencia de cuerdas debajo de la piel. Si bien toda vena puede convertirse en várice, éstas son más comunes en las piernas y pies porque esas venas trabajan contra la gravedad a fin de devolver la sangre al corazón”
“Aunque parece que sus venas varicosas no le ocasionan ningún problema, aparte de la apariencia, las várices a veces se vuelven molestas. Algunas personas con venas varicosas sienten dolor o pesantez en las piernas. El dolor relacionado con las venas varicosas puede empeorar después de permanecer sentado o de pie durante un buen rato. Las várices también pueden producir ardor, pulsaciones, calambres musculares e hinchazón en las piernas, de manera que si nota esos síntomas, consulte con el médico. Además, en caso de que apareciesen llagas cerca del tobillo, busque atención médica de inmediato porque podría ser síntoma de una enfermedad vascular más grave”, añadió el profesional.
Rooke indica que muchas personas quieren deshacerse de las várices, aunque no les causen síntomas. “Existen varias opciones para hacerlo: un procedimiento, llamado escleroterapia, implica inyectar una solución en la vena para que forme fibrosis y se cierre; después de la escleroterapia, normalmente las venas varicosas desaparecen dentro del transcurso de pocas semanas. Este procedimiento es más eficaz para las várices pequeñas a medianas y en algunos casos, se puede repetir el tratamiento para mayor eficacia”, explica.
En tanto, “para las várices más grandes, el médico puede introducir una sonda fina, llamada catéter, dentro de la vena y calentar la punta con un láser. A medida que se retira el catéter, el calor destruye la vena, haciéndola colapsar y sellarse. El rayo láser también puede servir para cerrar una vena varicosa pequeña sin atravesar la piel y, por tanto, no requiere incisiones”.
Otra alternativa es la fleboextracción, que según el profesional generalmente se reserva para venas largas que se han tornado varicosas. “La vena se extrae a través de una serie de incisiones pequeñas. La extracción de la vena no es un problema porque otras venas más profundas de la pierna se encargan de proveer la sangre que anteriormente circulaba por la vena extraída”.
Sin embargo, antes de proseguir con uno de estos procedimientos, Tom dice que posiblemente desees tomar algunas medidas de autocuidado que sirven para achicar las várices. “Todo lo siguiente puede ayudarte: hacer ejercicio de forma regular, perder peso, evitar permanecer sentado o de pie durante períodos largos y no usar ropa apretada. En algunos casos, también se puede usar medias de compresión que debido a que aprietan de manera uniforme las piernas, permiten que la sangre circule mejor por las venas“.
Conversa con tu médico acerca de las alternativas de tratamiento que sean más idóneas para su situación. En muchos casos, el tratamiento de las venas varicosas tiene éxito, puntualizó el profesional.