Los presidentes Nicolás Maduro, de Venezuela y Evo Morales, de Bolivia, denunciaron este martes en Cochabamba que hay un intento de golpe de estado contra Dilma Rousseff en Brasil y “una arremetida” contra gobiernos populares de la región.

Maduro, que participó el lunes de una conferencia mundial de movimientos sociales sobre el cambio climático en el poblado de Tiquipaya, bajo jurisdicción de Cochabamba (centro), se reunió con su colega boliviano para analizar temas de cooperación bilateral y asuntos regionales.

“Tanto el presidente Evo Morales como mi persona manifestamos nuestra preocupación y vamos a iniciar un conjunto de consultas, porque parece anunciarse en el Brasil una nueva modalidad, un golpe de estado contra la presidenta Dilma Rousseff”, dijo Maduro, en conferencia de prensa conjunta con el gobernante boliviano.

El mandatario venezolano aseguró que, en la reunión bilateral con Morales, han visto “la situación en Brasil con mucha preocupación y alarma”.

“No nos vamos a quedar callados frente a un intento de golpe de estado en Brasil, ni en ningún lugar de América Latina y el Caribe, ni nos vamos a dejar maniatar ni tapar la boca”, dijo Maduro.

Morales, había anticipado en agosto pasado sus temores de que se geste un golpe de estado en Brasil y consideró que la región debería actuar en conjunto para defender la institucionalidad en el gigante sudamericano.

Los dos gobernantes izquierdistas, amigos y aliados políticos, hicieron eco de la difícil situación que atraviesa su colega brasileña, sumida en una crisis de gobernabilidad, acusaciones de corrupción contra el partido de gobierno y una popularidad baja.

El Tribunal Electoral brasileño decidió la semana pasada reabrir una investigación para determinar si se cometieron abusos durante la campaña electoral que la llevó al poder en 2014, lo que revivió el fantasma de un impeachment.

Además, el Tribunal de Cuentas le rechazó la rendición de gastos de la gestión 2014 de su gobierno.