Las fuerzas kurdas en Siria tomaron este lunes el puesto fronterizo de Tall Abyad, punto de tránsito entre Siria y Turquía vital para los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), amenazando de asfixia a su feudo de Raqa. Se trata de un duro golpe a la organización extremista que hacía pasar vía Tall Abyad armas y combatientes hacia los territorios que controla en Siria.

Combatientes de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) tomaron la parte siria del puesto de frontera de Tall Abyad (Akçakale del lado turco), constató en el lugar un fotógrafo de la AFP. Más temprano en la jornada, las YPG, apoyadas por grupos rebeldes y ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos, lograron cortar la carretera que une Abyad con Raqa, declaró a la AFP por teléfono el comandante kurdo Husein Jojer.

Raqa, ubicada a 86 km al sur de Tall Abyad, es el principal bastión del EI en Siria, país devastado por un complejo conflicto en el que el régimen, rebeldes, kurdos y yihadistas intentan tomar partes del territorio. Tras lanzar su ofensiva el 11 de junio, los kurdos rodean Tall Abyad y los yihadistas “no tienen por donde huir”, agregó por teléfono este responsable, quien se encuentra cerca de Tall Abyad.

Por su parte, Sherfan Darwish, portavoz del grupo rebelde Burkane al Furat que combate junto a las YPG, indicó que la alianza contra EI había avanzado por los “bordes” de la ciudad al este y al sur. “Hay combates muy violentos con DAESH”, aseguró a la AFP, precisando que este lunes fueron abatidos 19 yihadistas.

“Paso vital” para el Estado Islámico

La batalla de Tall Abyad provocó un nuevo drama humanitario, con la huida de al menos 16.000 personas hacia la vecina Turquía. Tras haberles prohibido durante varios días la entrada a su territorio, Turquía volvió a abrir su frontera el domingo de noche y de nuevo este lunes a mitad de la jornada, para permitir el paso a varios centenares de refugiados que esperaban bajo un sol abrasador.

Este éxodo dio lugar a escenas caóticas con padres aterrorizados intentando, con sus hijos entre los brazos, forzar las barreras que separan Siria de Turquía, según un fotógrafo de la AFP.

Para el EI, Tall Abyad “es estratégico, puesto que es una ciudad fronteriza por la que pueden transitar equipamiento (militar), los efectivos entolados y otros” destinados a Raqa, explica Charlie Winter, especialista en yihadismo de la Fundación Quilliam en Londres.

Según Mutlu Civiroglu, experto en asuntos kurdos, Tall Abyad representaba “una plataforma financiera y política”, un “paso vital” para el EI. “Una vez perdido, será muy difícil para el Estado Islámico hacer pasar a sus combatientes, y vender el petróleo y otras mercancías que trafica”, detalla el experto.

Además, subraya, Tall Abyad se encuentra entre “los dos cantones kurdos de Jaziré y Kobané”, que ya no se encuentran aislados.

Temor turco

Las fuerzas kurdas arrebatan desde hace tres meses territorios al EI en la provincia de Raqa, que en un momento hasta fue dada bajo su absoluto control. Este avance kurdo provoca las críticas del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, para quien esto “podría llevar a la creación de una estructura que amenace (nuestras) fronteras”.

Las YPG tienen vínculos con el PKK turco que desde hace décadas mantiene una insurrección en Turquía, y es considerado por Ankara como un grupo “terrorista”. Para Nihat Ali Ozcan, del grupo de expertos Tepav, con sede en Ankara, las críticas de Erdogan se explican por el temor a ver desarrollarse el “sentimiento separatista” en el sureste del país. “Los kurdos pueden convertirse en una fuerza hostil a Turquía”, afirma.

En otro frente al norte de Siria, al menos 23 personas murieron este lunes y un centenar resultaron heridas por obuses lanzados contra barrios gubernamentales de la ciudad de Alepo, principal ciudad del norte del país, según la televisión estatal siria.

Un edificio se desplomó con sus habitantes dentro, agregó la televisión, que mostró imágenes del inmueble en ruinas y heridos cubiertos de sangre llegando en camillas al hospital.

Mientras que En Damasco, el emisario espacial de la ONU Staffan de Mistura se entrevistaba con los dirigentes sirios para continuar con las consultas cuyo objetivo es encontrar una salida al conflicto que en cuatro años ha provocado más de 230.000 muertos.