El tesorero del gobernante Partido de los Trabajadores de Brasil, Joao Vaccari, acusado de lavar dinero en el megaescándalo de Petrobras, fue arrestado el miércoles, informó a la AFP la policía federal de Paraná (sur).

Vaccari “fue detenido en Sao Paulo” en la mañana del miércoles y será transferido a Curitiba (Paraná), donde el juez de primera instancia Sergio Moro inició un proceso en su contra en el marco de una inmensa red de corrupción en la estatal petrolera que movilizó más de 4.000 millones de dólares en una década, informó un portavoz de la policía que no quiso identificarse.

El arresto de este hombre clave del PT vuelve a poner el foco sobre el gobierno de Dilma Rousseff, que no consigue respiro desde que asumió su segundo mandato en enero.

El tesorero del PT, partido que gobierna Brasil desde hace 12 años, es acusado de recibir sobornos provenientes de contratos amañados y registrarlos como donaciones electorales, y hasta este miércoles respondía a su proceso en libertad.

Vaccari niega tajantemente las acusaciones y asegura que es inocente.

¿Operador del PT?

Distintos acusados de corrupción en la estatal que colaboran con la justicia a cambio de una reducción de su pena han señalado que Vaccari era el operador del PT en el esquema de corrupción. Dijeron que recibía sobornos, se reunía clandestinamente con financistas del mercado negro, tenía cuentas bancarias a nombre de familiares y utilizaba sobreprecios pagados por empresas constructoras en contratos de la petrolera para luego girar esos fondos hacia su partido.

El PT rechaza asimismo los cargos contra su tesorero. Vaccari “no participó de ningún esquema para recibir sobornos o recursos de origen ilegal destinados al PT”, indicó la fuerza en marzo.

“Vaccari no ocupaba el cargo de tesorero del PT en el período citado por los fiscales en la acción aceptada por la justicia, ya que asumió ese puesto en febrero de 2010″, agregó el partido el mes pasado.

El megaescándalo de corrupción en Petrobras, la principal empresa inversora del país y hasta hace poco orgullo de los brasileños, salpica al izquierdista PT, al investigar también la forma en que costeó su funcionamiento, incluyendo la financiación de la primera campaña presidencial de la mandataria Dilma Rousseff en 2010.

Limpieza

“Petrobras está de pie, limpió lo que tenía que limpiar. Sacó a todos los que tenía que sacar y que se aprovecharon de sus posiciones para enriquecerse”, dijo Rousseff la semana pasada.

El escándalo ha tenido un gran costo para la empresa, que ha perdido miles de millones de dólares en bolsa y ha visto la nota de su deuda rebajada a grado especulativo por la agencia Moody’s. Y también para el gobierno.

A solo tres meses de haber comenzado su segundo mandato, la presidenta ha visto derrumbarse su popularidad al 13% y ya ha enfrentado dos grandes protestas nacionales con cientos de miles de personas en las calles indignadas por la corrupción, muchos de ellos pidiendo un ‘impeachment’ y su salida del gobierno.

La trama del denominado “Petrolao”, develada hace poco más de un año, dejó al descubierto cómo las compañías constructoras sobornaban a directivos de la estatal para ganar licitaciones, y pagaban sobreprecios en los contratos que luego destinaban a enriquecer a los que formaban parte de la confabulación y a financiar agrupaciones políticas.

Trece senadores, 22 diputados, dos gobernadores, exfuncionarios del Poder Ejecutivo y Vaccari son investigados por la corrupción en Petrobras.

La mayoría de las acusaciones surgidas de las denominadas “delaciones premiadas” de algunos participantes en el ‘Petrolao’, involucran en la trama de corrupción al PT, fundado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (que gobernó Brasil de 2003 a 2010), y a dos partidos importantes de la coalición de gobierno, el PMDB, que tiene una fuerte representación legislativa y estructura nacional, y el Partido Progresista, entre otros.