Con motivo de la segunda vuelta presidencial, Leonardo Farkas retornó a Chile para ejercer su voto, donde se dio su reencuentro con la prensa y que no estuvo exento de instantes memorables.
Hasta Vitacura llegó el multimillonario chileno conocido por repartir dinero a manos llenas, quien repitió la hazaña en esta oportunidad. Aunque también se dio un momento para hablar de política.
Al ser abordado por los medios, lo primero que hizo fue reiterar sus dichos: “Lo que dije la vez pasada cuando Boric le ganó a Kast que nadie vaya a incendiar cosas, que no hagan huelgas, hay que aceptar la democracia, ahora les digo lo mismo, si es que gana Kast los del otro lado no tienen que ir a quemar casa ni hacer huelgas“.
El empresario nacional también reveló su voto, aunque no nombró directamente a su candidato, lo dejó en claro: “Nunca lo digo, pero todos saben que no soy comunista. Siempre lo he dicho, más que nada por un tema religioso, porque de tanto que he viajado no me gusta que alguien me diga ‘no puedes creer en Dios’, eso no, soy un hombre de fe”, confesó.
Un grupo de scouts muy afortunados
Pero no todo fue política, pues Farkas también se dio el tiempo de bromear con los periodistas. Entre ellos Pato Sotomayor incluso lo tentó a intercambiar reloj o sus zapatos.
Aunque el momento que marcó su visita fue cuando se encontró con un grupo de scouts que vendían agua embotellada para reunir dinero a las afueras del local de votación.
“Vengo a votar, no a comprar botellas… ¿Pero le van a dar el agua a todos, a la gente? Ya, le dan agua a todos”, dijo antes de acercarse a los jóvenes que estaban con un cooler.
“¿Cuánto valen las aguas?”, preguntó el rubio; “Luca”, le contestaron los jóvenes; “¿Cuántas tienen en total?”, consultó el empresario; “60”; “ya entonces 1,2,3…”, dijo a los niños antes de pagar 20 mil pesos por cada botella.
Así, terminó desembolsando nada menos que un millón doscientos mil pesos en efectivo a los jóvenes con la condición de que las repartieran.
Tras eso, Farkas se subió a su limusina acompañado de su grupo de escoltas, donde lanzó un sutil, pero certero dardo al Festival de Viña cuando le consultaron si iba a asistir a la gala: “Pero si son puros chaqueteros ahí”.
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