El gótico y con influencias de heavy metal Alexander Wang estuvo sombrío en la Fashion Week de Nueva York.
Los desfiles de Wang, de 31 años, son siempre muy observados en la Fashion Week, y su colección otoño-invierno no fue una excepción: Kanye West y Kim Kardashian estaban en la primera fila, con su pequeña hija North de 19 meses. Ella, justamente llevaba un traje de Alexander Wang, de la misma factura que la colección que dio a conocer la noche del sábado.
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La rapera Nicki Minaj estaba sentada justo al lado.
Los admiradores tuvieron que enfrentarse a los copos de nieve y al frío para admirar el desfile, en un espacio atrás del inmueble HLM del barrio Lower East Side, en Manhattan.
Ellos no estaban decepcionados, e incluso la sacerdotisa de la moda Anna Wintour aplaudió con entusiasmo cuando Wang entró al recinto, como siempre lo hace, corriendo al final del desfile.
Casi todas las piezas de su colección eran negras, con fuertes toques de plata por todos lados. Invadieron los cuellos altos, los pantalones se redujeron, mejoraron los suéteres con cierres, y destacaron con cierta discreción los vestidos sisas.
Incluso los bordes de una falda larga negra y asimétrica no escaparon al metal circundante, que también llama a los giros de un suéter blanco con desgastados blue jeans, un toque raro de color en este océano de oscuridad con una parka escocesa, roja y negra.
Las finas cadenas entre los bolsillos de una pequeña chaqueta con tres botones, las blusas y abrigos de piel con hombros de gran tamaño calentaron vestidos de malla muy transparentes y faldas.
Las modelos tenían el pelo largo, un toque húmedo en los ojos, tez pálida y mirada dura, y usaron botas de cuero negro con plataformas muy remarcadas, evidentemente con tachones.
Los fashionistas entumecidos habían comenzado el día en un ambiente completamente diferente.
