El gobierno hondureño extraditó este martes al hondureño Jurvin Alexander Suazo Peralta a Estados Unidos, donde está acusado de trafico de drogas, constataron periodistas de la AFP.

Bajo fuertes medidas de seguridad custodiado por policías en un convoy de vehículos, Suazo Relata fue trasladado desde la sede del cuerpo élite de la policía Cobras, noreste de la ciudad, hacia al aeropuerto, sur, donde fue subido a un avión comercial, bajo protección de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA).

El pasado miércoles la Corte Suprema de Justicia (CSJ) informó en un comunicado que se “declaró con lugar el allanamiento al proceso de extradición de Jurvin Alexander Suazo Peralta (…) para que sea juzgado en la Corte Distrital de los Estados Unidos, Distrito del Sur de Florida”.

Las autoridades detuvieron a Suazo Peralta el 11 de septiembre atendiendo el pedido de la Corte de Florida, donde está acusado de tráfico de cinco kilos de cocaína.

Suazo Peralta fue calificado por el departamento de Tesoro de Estados Unidos como “brazo derecho” de otro hondureño, Carlos “el Negro” Lobo, quien se declaró culpable de tráfico de drogas en la misma corte de Miami, adonde fue extraditado el 9 de mayo.

El presidente de la CSJ, Jorge Rivera avilés, declaró a medios locales que 27 personas han sido solicitadas por Estados Unidos por tráfico de drogas y han ordenado la captura de 18.

Detalló que de los 27 han sido extraditados cuatro, el guatemalteco Mario Ponce, el nicaragüense William Herrera y Lobo, así como Suazo Peralta.

Otros están detenidos cinco, los hermanos Miguel Arnulfo, Luis Alonso y José Inocente Valle, así como Marlen Amaya, (esposa de José Inocente) y Emilio Fernández, cuyas extradiciones están en proceso.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos señaló en agosto que los hermanos Valle integran “una de las más prolíficas organizaciones narcotraficantes de América Central”.

El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, considera que el narcotráfico causa siete de cada diez muertos en Honduras.

Honduras registró en el país una tasa de 79 homicidios por cada 100.000 habitantes en el 2013, la más alta del mundo, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional.