Continúa el paro de los trabajadores de la empresa Subus, operadora del Transantiago, que causa estragos en parte la zona sur y en parte de la zona norte de Santiago. Los dirigentes llegaron esta tarde hasta la Dirección Regional del Trabajo buscando una solución a sus demandas.

La acción comenzó a la medianoche de este lunes, afectando principalmente a los recorridos 201, 201e, 206, 209, 210, 213, 223 y 230, además de los servicios que cubren el tramo entre las comunas de Quilicura y Huechuraba.

Según los dirigentes de la empresa Subus, son 1.700 los trabajadores que se han plegado a la manifestación, lo que impidió la circulación de 1.200 máquinas. Las zonas de la capital más afectadas por la paralización son San Bernardo, La Pintana, Puente Alto y algunos sectores de La Florida.

Cristián Martínez, representante de uno de los sindicatos, acusó falta de compromiso por parte de la compañía en materia laboral, para ofrecer un reajuste cercano a los $50 mil y una mejora en las condiciones laborales. Además, indicó que pese a que estaban vigentes los buenos oficios, la empresa gatilló esta acción al intentar modificar unilateralmente parte de un acuerdo firmado.

Martínez acusó también la presencia de sindicatos que él llamó “amarillos”, que son controlados por Subus y que derivó en que 3.500 operadores firmaran nuevos contratos.

Los trabajadores esperan alguna respuesta a sus demandas realizando distintas actividades, como una olla común para almorzar en conjunto.

La empresa Subus informó que se realizó un plan de contingencia junto con la autoridad de Transportes y otras compañías operadoras. A su vez, acusó que considera a la movilización como ilegal por desconocer los acuerdos logrados, perjudicando finalmente a los usuarios, se señaló en un comunicado.

Pese a la implementación de un plan de contingencia, los pasajeros se vieron afectados por la falta de servicio con esperas que en algunos casos superaron las dos horas.

El director de Transporte Público de Santiago, Guillermo Muñoz, indicó que pese a los reclamos de los usuarios, el plan tuvo una efectividad del 70%, apoyando el traslado de unas 100 mil personas afectadas.

Una de las opciones para absorber la demanda de pasajeros es adelantar el inicio de la hora punta del transporte público a las 16 horas, además de aumentar el control de Carabineros en los depósitos de buses a fin de evitar de que estos sean apedreados.

Muñoz aseguró además que confía en que con la mediación de la Dirección del Trabajo se puedan acercar ambas posturas para poner fin al paro.