La Corte Suprema ratificó la sentencia condenatoria en contra de tres suboficiales en retiro de la Armada, por su responsabilidad en el secuestro del sacerdote británico Miguel Woodward, perpetrado en septiembre de 1973 en Valparaíso.

Esto tras el rechazo unánime de la Segunda Sala a los recursos de casación, presentados en contra de la resolución que condenó a José Manuel García Reyes y Manuel Leiva Valdivieso a una pena de 5 años y un día de presidio, sin beneficios, el segundo entregado al cuidado de su hija atendiendo la enfermedad mental que padece.

Además, respecto a la sentencia a Héctor Palomino López, condenado a 3 años y un día de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada.

Javier Rodríguez, de la Agrupación Amigos del Sacerdote Miguel Woodward, afirmó que aún no hay conformidad del todo tras la ratificación de condenas, porque dijo que los verdaderos responsables aún están libres.

En el mismo fallo, se ratificaron las absoluciones de Carlos Miño Muñoz, Marcos Silva Bravo, Guillermo Inostroza Opazo, Luis Pinda Figueroa y Bertalino Castillo Soto, dictadas en primera instancia por el ministro en visita Julio Miranda Lillo.

Por corresponder el delito a un crimen de lesa humanidad, el fallo se consideró inamnistiable e imprescriptible, tanto en el aspecto penal como civil.

En área civil, se ratificó la sentencia que condena al Fisco a pagar la suma de 100 millones de pesos a Patricia Woodward Ireberry, hermana de la víctima, por concepto de daño moral.

Según consideró Rodríguez, eso no compensa en nada los 30 años de lucha por parte de la familia en busca del cuerpo del sacerdote.

En tanto, la Sala Penal acogió una solicitud de los querellantes para que un ministro en visita no inhabilitado reabra la investigación e indague la responsabilidad de tres oficiales en el delito, respecto de quienes se había decretado sobreseimiento temporal.