Infertilidad, cáncer, desprogramación celular y baja en el rendimiento escolar, son sólo algunos de los efectos que produce la contaminación de arsénico, manganeso y plomo, entre otros químicos, en la región de Arica y Parinacota.

El estudio fue presentado este martes por el doctor del Colegio Médico de Chile, Andrei Tchernitchin, junto a dirigentes de la Coordinadora Regional de conflictos Socioambientales de Arica y Parinacota, quienes interpusieron una demanda al Segundo Tribunal Ambiental en junio de 2013, exigiendo al Estado que asuma la reparación de la zona para detener la contaminación.

César Huanca, presidente del Consejo Territorial de Chapiquiña y vocero de la Coordinadora, explicó los detalles de esta demanda ciudadana, la cual ya está acogida y en curso.

La investigación demuestra que los niveles de boro presentes en el agua potable de la Escuela General Manuel Baquedano de Poconchile son muy altos. Esto significa que los niños ingieren 22 veces más la cantidad de boro que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

El doctor Tchernitchin es enfático en señalar la importancia de difundir esta información para lograr que el Estado se haga responsable de los daños por omisión.

El origen de los restos de arsénico y plomo encontrados en la zona interna de Arica se remonta a 1984, cuando Promel importó 20 mil toneladas de barriles desde Suecia con residuos tóxicos que nunca fueron tratados, pues la empresa se declaró en quiebra.

Esto causó la intoxicación de cerca de 3 mil personas en Arica que presentaron diversos síntomas por la ingestión de plomo, lo que derivó en la Ley Polimetales que establece un programa de acción en los terrenos con presencia de metales tóxicos.

Las organizaciones esperarán el resultado de la demanda y convocaron para una movilización en Arica el día 29 de marzo.