Las regiones del País Vasco y Cataluña criticaron este viernes un proyecto de reforma educativa anunciado por el gobierno de Mariano Rajoy, que reduciría las prerrogativas autonómicas en la elaboración de los programas.

El proyecto presentado por el ministro de Educación José Ignacio Wert a la prensa este viernes, prevé que el gobierno central de Madrid refuerce su control sobre el contenido de los programas escolares en la educación obligatoria.

En las regiones que como Cataluña y el País Vasco tienen una segunda lengua oficial, además del castellano, el gobierno central definirá el 65% del programa, frente al 55% actualmente. En los demás casos, el porcentaje pasará del 65% al 75%.

La consejera de Educación del gobierno autonómico vasco, Isabel Celaá, reaccionó afirmando que “la Ley destila pura ideología conservadora y recentralizadora”.

“Supone un atentado contra el autogobierno llevado a cabo por la puerta de atrás y sin ningún ánimo de consenso”, añadió en un comunicado la consejera, que pidió la dimisión de José Ignacio Wert.

Cataluña también criticó el proyecto de ley adoptado el viernes en Consejo de Ministros por el ejecutivo conservador de Mariano Rajoy.

Su consejera de Enseñanza, Irene Rigau, lo calificó de “ofensiva recentralizadora”, en declaraciones a la prensa.

Wert se defendió diciendo que el proyecto de ley “no es una recentralización”.

“Nuestra responsabilidad como gobierno de la nación pasa también por la capacidad de garantizar unas exigencias mínimas y comparables de calidad entre todas las comunidades” autónomas, declaró el ministro.

La ley será votada en el Congreso de los Diputados, donde el Partido Popular (PP), en el poder actualmente, tiene mayoría absoluta.

En los últimos días el gobierno regional de Barcelona ya mantuvo un duro pulso con el central, con su reclamo de una mayor autonomía fiscal.