El ex director del diario italiano Avanti y empresario Valter Lavitola, detenido en Nápoles por corrupción, negó haber pagado sobornos al presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, para obtener millonarios contratos, según un resumen de la indagatoria publicada el viernes por la prensa italiana.

“Martinelli no es de sobornos”, aseguró Lavitola, durante el largo interrogatorio de más de diez horas realizado el miércoles por los fiscales de Nápoles, Francesco Curcio, Vincenzo Piscitelli y Henry John Woodcock, quienes siguen el caso, que involucra a Finmeccanica, el segundo mayor grupo industrial público de la península.

Lavitola, que fue detenido el pasado 16 de abril tras desembarcar de un vuelo procedente de Argentina luego de seis meses prófugo en América Latina, es acusado de corrupción y soborno al ex primer ministro Silvio Berlusconi y al presidente de Panamá.

Martinelli como Berlusconi, los dos millonarios empresarios metidos en política, “son unos vividores, a los que les gusta bromear”, comentó Lavitola, según la transcripción de parte del interrogatorio divulgada por el diario Il Corriere della Sera.

El controvertido periodista y empresario italiano, acusado de haberse presentado como “intermediario” del presidente Martinelli y de autoridades de Panamá para realizar “negociaciones ilícitas” en ese país, ilustró los mecanismos que empleaba para sus negocios con el conglomerado Finmeccanica, especializado en sectores como aeronáutica y electrónica de defensa.

Interrogado sobre el presunto regalo de un helicóptero de lujo al presidente Martinelli, Lavitola aseguró a los fiscales que fue una idea suya.

“Mira regala un helicóptero. Al Estado de Panamá no a Martinelli, porque él es dueño personalmente ya de dos”, cuenta al rememorar una conversación que tuvo con uno de los empresarios italianos de la firma Svemark, filial de Finmeccanica, encargada de obtener importantes licitaciones en Panamá.

El gigante italiano se encuentra en el ojo de huracán ya que el administrador delegado de Finmeccanica, Giuseppe Orsi, fue acusado el lunes por el mismo tribunal de Nápoles que investiga a Lavitola, de corrupción internacional en un caso de venta de 12 helicópteros a India.

Lavitola sostuvo ante los fiscales que era asesor de Finmeccanica y que estaba por renovar su contrato por un monto de 70.000 euros al año más gastos.

“Yo pedí un contrato de un millón de euros al año, no se puede decir que era un bacalao que pasaba el día observando las moscas”, sostiene.

Según el documento, el empresario se presentaba como un colaborador cercano de Berlusconi, al que acompañó en su viaje oficial a Panamá a mediados del 2010 y que se empeña para que Italia obtenga importantes contratos internacionales, “casi como un diplomático”, sostiene.

“Yo no quería ser cónsul de Italia en Panamá, aspiraba a ser más bien cónsul de Panamá en Italia”, aseguró Lavitola al explicar las razones por las que dijo haber invitado y pagado unos días de vacaciones en la isla italiana de Cerdeña a Martinelli junto con un grupo de sus colaboradores.

“Contaba con que Finmeccanica me reembolsara los gastos”, comentó.

El presidente panameño, a través de su canciller interino, José Raúl Mulino, solicitó el martes en Roma a las autoridades italianas que aclaren oficialmente que “no hubo corrupción ni sobornos” al mandatario en los contratos firmados entre los dos países.

“Lavitola llegó de la mano de Silvio Berlusconi a Panamá, quien lo presentó como su representante en las negociaciones”, aseguró Mulino.

Panamá firmó en el 2010 un contrato por unos 200 millones de dólares con Finmeccanica para la venta de seis helicópteros, 19 radares y un mapa digital.

Las autoridades panameñas advirtieron tras el escándalo que están dispuestas a “evaluar de nuevo” los contratos con Finmeccanica, los cuales “podrían ser anulados”.