Científicos descubrieron una fuerte reducción en la cantidad de agua en las profundidades del Océano Austral en la Antártica, según datos recopilados entre 1980 y 2011, como resultado de estudios que pretenden estimular nuevas investigaciones sobre las causas de este cambio.

Según Prensa Antártica, Oceanógrafos del NOAA y la Universidad de Washington, encontraron que el agua antártica de fondo ha ido desapareciendo, a una tasa promedio de alrededor de 8 millones de toneladas por segundo en las últimas décadas.

Este número equivale a cerca de 50 veces el caudal medio del río Mississippi, o de la cuarta parte del flujo de la Corriente del Golfo en el Estrecho de Florida.

“Debido a su alta densidad, el agua antártica de fondo llena la mayor parte de las cuencas oceánicas profundas de todo el mundo, pero nos dimos cuenta que la cantidad ha ido disminuyendo a un ritmo sorprendentemente rápido en las últimas décadas”, señaló la autora principal de la investigación, Sarah Purkey, estudiante de Posgrado en la Escuela de Oceanografía de la Universidad de Washington en Seattle.

El agua antártica de fondo que está formada en unos pocos lugares alrededor de la Antártica, es enfriada por el aire de la superficie y hecha más salada por la formación de hielo.

El agua densa se hunde hasta el fondo del mar y se extiende hacia el norte, ocupando gran parte del océano profundo en todo el mundo, ya que poco a poco se mezclan las que son más cálidas y se encuentran por encima de ellas.

Las corrientes profundas del océano en el mundo desempeñan un papel fundamental en el transporte de calor y el carbono en todo el planeta, y por ende, en la regulación de nuestro clima.

Si bien estudios anteriores han demostrado que el agua del fondo se ha estado calentando y refrescando en las últimas décadas, estos nuevos resultados sugieren que esta agua también ha disminuido.