Se consideran una localidad olvidada, y no están precisamente en el porcentaje de avance que el Gobierno dice que tiene la reconstrucción. Es que en Llico, caleta de la provincia de Arauco que fue arrasada por el maremoto que sucedió al terremoto del 27 de febrero de 2010, sus habitantes se sienten definitivamente abandonados y también discriminados.
Es lo que el Comité de Damnificados “Esperanza” de Llico expresa a través de una carta dirigida al Presidente de la República.
Se trata de un grupo de 97 familias que integran el comité, según detallan, con 80 familias postulando a un proyecto de reconstrucción en terrenos nuevos, donde se incluye a un 20 por ciento de familias que no sufrieron daños con el terremoto y maremoto. Hay otras 10 familias a las que se les construirá sus viviendas en sitios residentes y otras 7 que esperan la reparación de sus casas.
“Llico se ha caracterizado por ser una caleta modelo y turística, donde a pesar que su paisaje cambió en forma brusca, no nos han dejado de visitar de diferentes regiones y países“, explica en la carta firmada por el presidente del Comité, Cipriano Orellana.
Agrega que los damnificados están clasificados entre quienes viven en aldeas y los que están fuera de ella. Estos últimos, afirma Orellana, “están siendo marginados de todo tipo de ayuda estatal o municipal, esto lleva a una segregación en las familias que sufrimos el maremoto del 27 de febrero, que fuimos despojados de nuestras tierras. Muchos de nosotros habitamos en sitios eriazos o terrenos agrícolas sin ningún tipo de servicios básicos como luz, agua y alcantarillado“, denuncia el dirigente.
Son 56 familias que al optar por esta posibilidad, agrega, se quedaron sin apoyo de los programas de gobierno y los provenientes de organismos como la Cruz Roja.
Por ello, los afectados se dirigen a Sebastián Piñera, solicitándole “terminar con la exclusión para avanzar en una forma más digna en este periodo de reconstrucción de nuestras definitivas viviendas“.