El ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, criticó al gobierno y a los bancos por la lentitud para implementar el crédito univeral, una herramienta que permitiría a los consumidores adquirir los préstamos que ofrecen diferentes insituciones crediticias.

El cumplimiento de la medida ha sido fiscalizada por la Superintendencia de Bancos, en donde aseguran no han recibido reclamos.

El crédito universal es parte de la tercera reforma al mercado de capitales MK3 y fue publicada en el diario oficial el 27 de abril pasado. Sin embargo, el lunes 24 de octubre comenzó a regir, y a ser fiscalizad, en los diferentes bancos e instituciones financieras.

Por ello la crítica del ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, quien sindicó al gobierno y a los bancos como culpables por la lentitud a la hora de implementar la herramienta.

De paso, Velasco, apuntó a cambios que se hicieron en la ley y que, según dice, no favorecen una total transparencia. Esto porque el crédito universal pretende servir de guía para que una persona pueda comparar.

El crédito universal se puede ejemplificar de la siguiente manera: en una pizarra al interior de la entidad o por internet, se presenta un crédito de consumo de 500 mil pesos. A éste se deben sumar los cobros asociados, la tasa de interés anualizada que aplica dicha insitución y el monto final que el consumidor terminará pagando.

El mismo préstamo, de 500 mil pesos, debe ser publicado por otro banco, pero con sus condiciones. Así el cliente podrá comparar cuál es más conveniente.

El problema que augura Velasco, son los cargos ocultos que se basan en el riesgo que se aplica a cada cliente.

Pese a esto, en la Supeintendencia de Bancos e Instituciones Financieras no han recibido reclamos, al menos en Santiago, donde se ha concentrado la fiscalización desde el lunes pasado, y específicamente en los bancos. Así lo dijo quien dirige el organismo, Carlos Budnevich.

En tanto, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, respondió a las críticas de Andrés Velasco.

Destacó que el gobierno logró elaborar en un tiempo récord el reglamento de los créditos universales tras la aprobación en el Congreso.