El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, cuyo gobierno ha aceptado ayuda extranjera, reconoció este miércoles “fallos” en el suministro de los primeros auxilios a las víctimas del sismo de Van, donde fueron saqueados 17 camiones de ayuda de la Media Luna Roja.

“Al comienzo, en las primeras 24 horas, hubo verdaderamente fallos, lo reconocemos”, dijo Erdogan, asegurando que “el Estado se ha movilizado con todas sus instituciones” para ayudar a los sobrevivientes.

Los damnificados de Van dejaron estallar su cólera el miércoles, criticando la lentitud en la distribución de tiendas, y acusando a las autoridades de discriminación étnica. La población del lugar es en su mayoría kurda.

Erdogan rechazó estas críticas, estimando “ampliamente suficientes” las 17.000 tiendas enviadas a los damnificados por el terremoto que causó 471 muertos y más de 1.600 heridos, según el último balance oficial provisional divulgado el miércoles por la noche.

Diecisiete camiones de ayuda de la Media Luna Roja fueron “saqueados” por desconocidos en Van, anunció el director de esa organización caritativa a la AFP.

La policía de Van admitió que hubo saqueos y afirmó carecer de pistas sobre la identidad de sus autores.

Habitantes de Ercis indicaron por otra parte que unos desconocidos asaltaron el martes un camión cargado de tiendas procedente de la vecina provincia de Agri. Golpearon al chofer y se apoderaron de la carga, probablemente con el objetivo de revenderla en el mercado negro, dijeron los vecinos.

Largas filas de espera se formaron frente a la gobernación de Ercis para reclamar tiendas. “Nos tratan como animales”, protestó un joven, mientras se oía una rechifla de protesta contra la interrupción de la distribución de ayuda.

En Guvecli, una población completamente destruida a unos 30 km de Van, los habitantes, hacinados en tiendas, se quejaron de haber sido olvidados.

“La Media Luna Roja solo trajo diez tiendas el lunes” y luego otras 25 el martes, contó un habitante, Zeki Yatkin.

El gobierno turco aceptará la ayuda propuesta por unos 30 países, incluido Israel, pese a las tensiones con el Estado hebreo, para hacer frente a las consecuencias del desastre, indicó el miércoles una fuente diplomática turca.

Israel ofreció su ayuda a pesar de las tensiones entre los dos países a causa del ataque de un comando israelí a una flotilla que se dirigía a Gaza, y que costó la vida de nueve militantes turcos en mayo de 2010.

Inicialmente, Ankara había declinado esas ofertas, pero decidió aceptarlas a raíz de una sugerencia de los servicios de gestión de emergencias, que consideraron la magnitud de las necesidades de casas prefabricadas y contenedores para instalar a los damnificados, indicó a la AFP un funcionario que solicitó el anonimato.

En Ercis, el rescate de nuevos sobrevivientes seguía alentando a los socorristas. El miércoles al amanecer una maestra de 27 años fue rescatada viva de los escombros 66 horas después del sismo.

En la misma ciudad, pocas horas antes, un estudiante, Eyüp Erdem, era rescatado de la masa de hormigón y hierro donde pasó atrapado más de 60 horas, informó la agencia Anatolia.

Pero las posibilidades de encontrar a sobrevivientes disminuyen con el paso de las horas. El miércoles por la noche las excavadoras entraron en acción para escombrar Van, puesto que los socorristas creen que ya no queda nadie con vida bajo los escombros.

Entre tanto, los damnificados se preparan para una cuarta noche glacial, con la probable caída de nieve.

El papa Benedicto XVI pidió el miércoles a los católicos del mundo entero que recen por las víctimas del sismo.