La cotización del cobre se hundió este jueves por debajo de los 8.000 dólares por tonelada, tocando un mínimo en casi un año en un mercado deprimido por el pesimismo de la Reserva Federal estadounidense y una contracción de la actividad manufacturera en China.

La tonelada de cobre cayó hasta 7.788 dólares en el London Metal Exchange, precio que no se había vuelto a ver desde el 28 de septiembre de 2010, antes de subir ligeramente.

El metal rojizo ha perdido de esta manera un 23% de su valor desde su máximo histórico establecido a mediados de febrero con 10.190 dólares.

Otros metales como el estaño y el níquel, perdían respectivamente 7% y 10% de su valor en comparación con la víspera y ambos se cotizaban por debajo de 20.000 dólares por tonelada por primera vez desde el verano de 2010.

“Los metales industriales están lastrados por las incertidumbres persistentes sobre el crecimiento económico mundial, la crisis de las deudas soberanas (en la zona euro) y perspectivas de demanda mundial que siguen deteriorándose”, resumieron en una nota los analistas del banco francés Credit Agricole.

El nerviosismo de los inversores aumentó con el anuncio de una contracción de 0,5 puntos de la actividad manufacturera en septiembre en China, mayor consumidor de metales básicos del mundo, según el índice PMI preliminar calculado por el banco HSBC.

A ello se sumaron también unas medidas de la Fed que no convencieron, y en particular su discurso pesimista sobre las perspectivas de reactivación de la economía de Estados Unidos, que consideró “lenta” y amenazada por “riesgos importantes”.