Derrotada por Irlanda (15-6) y bajada de su pedestal, Australia querrá recuperar su credibilidad frente a Estados Unidos, el viernes (08h30 GMT) en Wellington, en el tercer partido de los Wallabies del Grupo C del Mundial de rugby.

El equipo norteamericano presentará un XV casi completamente distinto, con catorce cambios respecto a su partido anterior, con el fin de dejar a sus titulares para el duelo contra Italia.

Cuando eran los favoritos al título junto a los neocelandeses, los australianos son conscientes de haber decepcionado tras su inesperada derrota ante Irlanda, lo que ahora les dejará probablemente como segundos de grupo y les obligará a jugar en cuartos de final contra Sudáfrica.

“No fue lindo de ver”, declaró David Nucifora, coordinador de los técnicos australianos, en referencia a la sesión de video de la derrota ante Irlanda que proyectó a los jugadores.

Para enfrentar a Estados Unidos, el técnico de los Wallabies, Robbie Deans, realizará seis cambios.

El tercera línea David Pocock (espalda), uno de los hombres fuertes del pack australiano, que ya estuvo ausente contra los irlandeses, no entró en el grupo de los 22.

El wing y goleador James O’Connor tampoco jugará debido a un dolor en los isquiotibiales, mientras que otro wing, Digby Ioane, sigue lesionado desde el primer partido contra Italia, con una fractura del dedo gordo de la mano derecha.

Robbie Deans ha conservado su confianza en la pareja del medio formada por el apertura Quade Cooper y medioscrum Will Genia, que será el capitán para la ocasión.

“¿Qué esperamos de Estados Unidos? Compromiso. Ya lo han mostrado. Van a poner todo contra nosotros en este partido. Es lo que hicieron en sus dos primeros partidos y no espero menos de ellos”, declaró Nucifora.

Los estadounidenses pondrán sin duda pasión, pero han preferido guardar fuerzas y no poner a sus mejores jugadores.

El entrenador de Estados Unidos, el irlandés Eddie O’Sullivan, procedió a 14 cambios en su equipo con respecto a la formación que derrotó a Rusia (13-6), el jueves.

Los estadounidenses se enfrentan cuatro días más tarde a Italia en Nelson, el 27 de septiembre, y quieren terminar el Mundial con dos victorias, tras la lograda ante Rusia.