El ataque a un casino que dejó 52 muertos en México sacó a la luz pública la facilidad que tienen las casas de juego para lavar dinero y la urgencia de que una ley antilavado sea aprobada en el periodo legislativo que inició este septiembre.

La iniciativa para la prevención de lavado de dinero se encuentra lista y se espera que sea de las primeras que apruebe el pleno de la cámara de Diputados en el periodo de sesiones que empezó el 1 de septiembre, dijo a la AFP Javier Laynez, procurador Fiscal de la Federación.

Con esta legislación “ya no podrás llegar con una maleta de dinero a un casino, sin que nadie te diga nada”, indicó el funcionario.

En México, los integrantes del crimen organizado buscan cotidianamente diversas formas para ingresar dinero sucio al sistema financiero formal.

Con portafolios llenos de billetes llegan a los casinos, pero también a comprar casas e inmuebles, joyas, obras de arte, automóviles de lujo, aviones o barcos, entre otros, todos ellos negocios no obligados actualmente a reportar estas adquisiciones a las autoridades financieras, detalló el fiscal hacendario.

La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) envió en 2010 unos 6.000 casos de lavado de dinero a la Procuraduría General de la República para iniciar procesos judiciales contra criminales de cuello blanco, principalmente detectados a través de operaciones en bancos.

Las instituciones bancarias y financieras están obligadas legalmente a reportar transacciones sospechosas o inusuales a la autoridad fiscal.

Entre estos 6.000 procesos iniciados por la UIF ninguno está relacionado con lavado de dinero en casas de apuestas, aclaró Laynez.

El fiscal consideró que es muy difícil calcular el monto de dinero sucio que anualmente ingresa al sistema financiero mexicano, pero admitió que “los casinos son una actividad de riesgo que facilita este tipo de operaciones de lavado”.

La nueva ley obligará a casinos y otro tipo de negocios, utilizados por criminales para limpiar el dinero de procedencia ilícita, a identificar a clientes que realicen operaciones desde 20.000 pesos (1.600 dólares), en algunos casos.

Estos negocios sólo podrán aceptar operaciones con cheques, tarjetas o alguna transacción bancaria, y además deberán reportar a la UIF los movimientos sospechosos e inusuales.