Los jamaicanos Usain Bolt y Yohan Blake, dominadores de la velocidad, los fondistas kenianos, con Vivian Cheruiyot a la cabeza y su doblete femenino de 5.000 y 10.000 metros o el paralímpico sudafricano Oscar Pistorius fueron algunos protagonistas del Mundial de Daegu.
Sin duda el protagonista una vez más fue Usain Bolt, que había ganado los tres títulos de velocidad de 100, 200 y 4×100 metros en los Juegos Olímpicos de Pekín-2008 y en el Mundial de Berlín-2009, batiendo cinco veces un récord mundial en las seis pruebas.
Las cosas empezaron mal para Bolt, que fue descalificado en la prueba de 100 metros por una salida falsa y parecía destinado a fracasar en este Mundial, pero al final acabó siendo el rey, ganando los 200 metros, con la cuarta mejor marca mundial de todos los tiempos (19.40), y el título y récord mundial en 4×100 (37.04).
Bolt, que parecía que iba a ser un villano, acabó siendo de nuevo el rey, como en Pekín o Berlín.
La competición disputada en Corea del Sur también vio brillar a otros atletas como el keniano David Rudisha, invicto en la prueba de 800 metros desde hace dos años y que ganó su primer gran título internacional, la australiana Sally Pearson, que se impuso en los 100 metros vallas con la cuarta mejor marca de todos los tiempos (12.28) o el británico Mo Farah, plata en 10.000 y oro en 5.000 metros.
Junto a Cheruiyot y Rudisha, entre las siete medallas de oro en pruebas de fondo de los kenianos, destacó Asbel Kiprop, que dio el primer título de la historias de los Mundiales a su país en la prueba de 1.500 metros.
El marchista ruso Valery Borchin consiguió su tercer título mundial de 20 km, que se une al oro olímpico de Pekín, mientras que su compatriota Olga Kaniskina ganó su quinto gran evento en la misma prueba (Mundiales de Osaka-2007, Berlín-2009 y Daegu-2011, Juegos Olímpicos de Pekín-2008 y Campeonato de Europa de Barcelona-2010).
Fueron los buques insignias del dominio ruso en marcha, que se completó con el triunfo de Sergey Bakulin.
La descalificación de Bolt en la final de 100 metros abrió las puertas a otro protagonista, su compatriota Yohan Blake, de 21 años, que ganó la final de 100 metros y aseguró el relevo generacional para Jamaica para cuando Bolt deje de ganar.
Junto a Bolt, los focos en este Mundial de Daegu se los llevó el atleta paralímpico sudafricano Oscar Pistorius, que ganó la medalla de plata con el relevo 4×400 metros de su país, a pesar de no correr en la final, debido a que había participado en la serie de semifinales.
Pistorius, de 24 años, había terminado su aventura en la prueba individual de 400 metros en semifinales, al terminar en octava y última posición en su serie, y al final se llevará una medalla en relevos, aunque al podio sólo subiría el cuarteto de la final.
“No he sido incluido en el equipo sudafricano para la final del relevo 4×400 metros. Estoy destruido”, dijo Pistorius en su cuenta Twitter.
Otro protagonista fue Kirani James, un atleta de un pequeño país como Granada, que con sólo 18 años se colgó el oro en 400 metros, derrotando al favorito estadounidense LaShawn Merritt, que se llevó la plata o la atleta de Botsuana.
Aunque Kenia se llevó casi todas las pruebas de fondo, sólo fallaron en dos, la masculinas de 10.000 y 5.000 metros.
En 10.000 metros se impuso Etiopía por medio de Ibrahim Jeilan, permitiendo mantener el dominio de su país en la prueba, ganada en las cuatro ediciones anteriores por su compatriota Kenenisa Bekele, mientras que en 5.000 ganó el británico Farah.