La carrera contra el sida ha cobrado impulso en los dos últimos años, a medida que los científicos parecen acercarse a su objetivo de detener su propagación después de casi tres décadas de que surgiera.

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) ataca las defensas naturales del cuerpo, y en los últimos 30 años los científicos han estudiado la forma en que se transforma, se replica y se esconde dentro del cuerpo.

Los científicos están aprendiendo más sobre cómo el virus se infiltra en las células, y cómo aprovechar las propias defensas naturales del cuerpo para protegerse contra él con la esperanza de acercarse a las nuevas vacunas, tratamientos fuertes de prevención y, posiblemente, una cura.

“Hemos visto la luz al final del túnel”, dijo Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos y un líder de larga data en la lucha contra el sida.

Según Seth Berkley, presidente de Iniciativa Internacional para la Vacuna contra el Sida (International AIDS Vaccine Initiative), “los dos últimos años han sido los más emocionantes” porque los investigadores han hecho los “mayores avances” en vacunas y prevención.

A la cabeza de la lista está el trabajo sobre anticuerpos ampliamente neutralizantes, potentes anticuerpos creados por entre 10% y 20%de las personas que simplemente nacen con mejores defensas naturales contra el VIH.

Los científicos han aislado 15 de estos anticuerpos, y están haciendo lo imposible para encontrar la manera de forzar al sistema inmune humano a producirlos. Cuando dos se combinan, han demostrado bloquear 90% de las cepas conocidas del VIH.

“La idea es que si pudiéramos identificar una estrategia para que el huésped humano sea engañado para fabricar anticuerpos ampliamente neutralizantes, eso sería un gran paso hacia la fabricación de una vacuna”, dijo Myron Cohen, un destacado investigador del sida de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.

El uso de medicamentos como forma de prevenir la transmisión del VIH también ha cobrado impulso con una serie de importantes ensayos clínicos.

A principios de mayo, un estudio sobre parejas principalmente heterosexuales halló 96% menos de riesgo de transmisión a la persona no infectada cuando la terapia antirretroviral (TAR) se inició antes del avance de la dolencia en la enferma.

En noviembre de 2010, un estudio referencia en cuatro continentes mostró que una dosis diaria de una pastilla oral antirretroviral, Truvada, redujo 44% el número de infecciones por el VIH entre hombres homosexuales sexualmente activos.

El estudio se centró principalmente en hombres que tienen sexo con hombres, y encontró que quienes tomaron fielmente la pastilla en 90% o más de los días tenían una tasa de infección 73% inferior.

Sin embargo, meses después un estudio sobre 2.000 mujeres en África se detuvo antes de tiempo porque no se observaba ningún beneficio

La institución que realizó los ensayos, Family Health International, calificó el resultado de “sorprendente y decepcionante, teniendo en cuenta una serie de estudios anteriores que sugieren la promesa de la profilaxis pre-exposición (PrEP) con antirretrovirales”.

El análisis está en curso para determinar por qué los resultados fueron tan diferentes a los de la prueba con los hombres homosexuales.

Mientras tanto, enfocarse en los tejidos donde es más probable que ocurra la transmisión también ha sido un área prometedora para los investigadores.

El uso de geles antirretrovirales aplicados por vía vaginal o rectal han demostrado algunos efectos positivos en la prevención, y en 2006 un par de pruebas en África mostraron que los hombres circuncidados tenían entre 48% y 53% menos de probabilidades de infectarse con VIH.

Investigadores alemanes fueron noticia el año pasado con el anuncio de que un paciente con sida que recibió un trasplante de médula ósea para combatir la leucemia se mantuvo libre de virus durante tres años, sugiriendo que podía haberse alcanzado la primera “cura”.

A pesar de que el llamado ‘paciente de Berlín’ se sometió a una operación radical que es demasiado arriesgada para la mayoría, los investigadores están examinando cuidadosamente su caso en busca de pistas sobre la forma de bloquear el VIH entre en las células.

El paciente de Berlín recibió un trasplante de un donante con una mutación genética rara que es naturalmente resistente al VIH. Aproximadamente una de cada 100 personas caucásicas, o 1% de la población, tienen la mutación, conocida como Delta 32, que impide que la proteína CCR5 aparezca en la superficie celular.

Dado que el VIH entra en la célula a través de moléculas de CCR5, cuando éstas están ausentes el VIH no puede penetrar.

Aunque los investigadores dicen que probablemente pasará una década o dos antes de que se pueda hallar una verdadera cura, sienten que se están acercando a algo grande.

“Cuando pones todos esos modelos de prevención juntos y en combinación, estamos cada vez más cerca de poder decir que podemos ser capaces de dar un giro a la epidemia”, dijo Fauci.