La UE empezó el martes a tomar sus distancias con Dominique Strauss-Kahn y a plantearse su sucesión anticipada al frente del FMI, un puesto clave que el bloque pretende reservar para uno de los suyos, con el nombre de la francesa Christine Lagarde sonando con fuerza en Bruselas.

Oficialmente, Dominique Strauss-Kahn sigue siendo director de la poderosa institución basada en Washington pero su inculpación por agresión sexual, retención ilegal y tentativa de violación puede precipitar su partida, prevista para mediados de 2012 antes de su arresto el sábado en Nueva York.

Y Christine Lagarde, de 55 años, actual ministra francesa de Finanzas y apreciada por los grandes banqueros mundiales, se perfilaba este martes como la aspirante europea con más opciones a sucederle.

“El sentimiento es que Europa no debe ceder” en la batalla por el reemplazo de Strauss-Kahn y Lagarde es una “candidata claramente creíble”, indicaron fuentes diplomáticas en Bruselas.

Lagarde “está a la espera” de que Nicolas Sarkozy decida si presenta su candidatura, puesto que la costumbre marca que sean los jefes de Estado y de gobierno quienes propongan a los aspirantes a la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijeron las mismas fuentes.

Interrogada el lunes sobre esa posibilidad, la propia Lagarde se negó a hacer comentarios.

Pero la prensa alemana también mencionaba el martes el nombre de la ministra, indicando que Berlín apoyaría su candidatura, pese a que cuatro de los 11 directores que ha tenido el FMI desde su creación en 1946 han sido franceses, incluido el actual.

Los rotativos germanos también barajaban a Josef Ackerman, director ejecutivo del Deutsche Bank, y Thomas Mirow, presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) como posibles aspirantes.

Los nombres del mexicano Agustin Carstens, gobernador del Banco Central de México, y del ex ministro turco de Finanzas Kemal Dervis eran contemplados como figuras de compromiso si los países emergentes logran imponer a uno de los suyos.

Pero Europa trata de dejar claro que está presta para la batalla.

La canciller alemana, Angela Merkel, señaló que hay “buenas razones” para que un europeo ocupe ese puesto estratégico, especialmente en un momento en que el FMI desempeña un papel crucial en la crisis de la deuda soberana en la zona euro.

El FMI financia un tercio de los rescates aprobados en 2010 para Grecia e Irlanda, además del paquete de ayuda adoptado el lunes para Portugal.

“No quiero especular, pero si una sucesión es necesaria, los países de la Unión Europea deberían presentar un candidato”, declaró el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.

Por ahora, el número dos del FMI, el estadounidense John Lipsky, que ya había anunciado su marcha del organismo el 31 de agosto, asume las funciones de Strauss-Kahn, mientras éste permanece en prisión en Nueva York.

La ministra austríaca de Finanzas, Maria Fekter, insinuó el martes que el francés debe dejar el cargo tras su comparecencia el lunes ante la justicia estadounidense.

“Dado que (la juez) rechazó su libertad bajo fianza, él mismo debería reflexionar sobre los daños que causa a la institución”, declaró Fekter al margen de una reunión con sus colegas europeos en Bruselas.

“Es una decisión que corresponde en primer lugar a Dominique Strauss-Kahn” el seguir como director, opinó la ministra española de Economía, Elena Salgado, destacando que los delitos atribuidos son de una “extraordinaria gravedad”.

“La solidaridad, en particular la mía, está con la mujer que ha sufrido una agresión si efectivamente ha sido así”, agregó Salgado.