El Senado de Estados Unidos se dispone a derogar la controvertida ley de 1993 que prohíbe hacer pública la condición de homosexual en las Fuerzas Armadas, tal y como reclama el presidente Barack Obama.

Senado levantó este sábado el último obstáculo pendiente para aprobar la derogación de la ley “Don’t ask, Don’t tell” (no preguntes, no digas), luego de que los legisladores votaran por 63 votos contra 33 poner fin al debate, algo que el presidente Baracvk Obama calificó de “avance histórico”.

“Hoy, hubo un avance histórico en el Senado para terminar con una política que minaba nuestra seguridad nacional, violando los ideales de nuestros valientes hombres y mujeres uniformados que arriesgan su vida para defendernos”, dijo Obama.

Ahora, se espera que la derogación de la norma -que ya fue votada por la Cámara de Representantes- tenga lugar este mismo fin de semana y sea apenas un trámite.

Este tema ha provocado en los últimos meses un intenso debate en la sociedad estadounidense, en el que han participado personalidades como la cantante Lady Gaga, quien ha difundido varios mensajes en internet a favor de la supresión de la ley, que califica de “discriminatoria”.

El Senado había rechazado la semana pasada una primera versión de la medida, que forma parte de un amplio proyecto de ley de financiación del Pentágono.

Sin embargo, la Cámara de Representantes aprobó en mayo la abolición de la ley que obliga a los gays y lesbianas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a esconder su orientación sexual bajo la amenaza de ser despedidos.

Tras el fracaso que supuso el rechazo del Senado, representantes en las dos cámaras y de las dos fuerzas políticas decidieron proponer un nuevo proyecto de ley independiente, es decir, que no dependiera de otro texto.

La Cámara de Representantes aprobó la nueva propuesta por 250 votos a favor y 175 en contra.

Se esperaba una oposición mayor en el Senado, pese a que el senador independiente Joe Lieberman, había anticipado el viernes que “disponemos de los votos, es el momento de hacerlo”, en declaraciones a CNN.

En el partido republicano sigue habiendo senadores que se oponen al acuerdo desde el principio, aunque algunos como las centristas Susan Collins y Olympia Snowe se han unido a la mayoría que apoya esta cuestión.

Obama ha manifestado en reiteradas ocasiones su voluntad de abolir “Don’t ask, don’t tell” antes de que termine el año.

El jefe del Estado Mayor conjunto de Estados Unidos, el almirante Michael Mullen, aseguró recientemente que los soldados estadounidenses estaban preparados para abolir el controvertido texto.

Un estudio del Pentágono desveló a finales de noviembre que el 70% de 115.000 militares y 44.000 parejas de militares interrogados están a favor de la derogación de la ley, pero algunos representantes republicanos de las dos cámaras temen que la abrogación amenace la eficacidad de los soldados en combate.

Los republicanos han expuesto que varios altos cargos del Ejército de Estados Unidos se oponen a la abolicón, entre ellos el general James Amos, jefe de la Marina.

La ley, que ha sido revisada por la Justicia estadounidense dado su carácter discrminatorio, ha provocado desde su aprobación en 1993 el despido de unos 14.000 soldados debido a su homosexualidad, de acuerdo con distintas asociaciones.