Las autoridades rusas anunciaron este lunes que han apagado los incendios que amenazaban el centro nuclear de Sarov, a 500 km al este de Moscú y afirmaron que la situación está bajo control, en tanto que la opinión pública sospecha un ocultamiento de información.

Foto: boliviaentusmanos.com

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Según la célula de crisis, miles de bomberos y militares movilizados en los últimos días para impedir la propagación del fuego al centro nuclear de Sarov apagaron los principales incendios. “Las observaciones aéreas mostraron que la situación era, en su conjunto, estable, y que todo estaba bajo control”, declaró la célula de crisis, citada por la agencia de noticias Interfax. “No hay focos en el territorio de Sarov. Los incendios que persistían al sureste del perímetro protegido (del centro nuclear) fueron apagados”, añadió la célula.

El primer ministro Vladimir Putin dijo que los servicios forestales contaban con un financiamiento anual de 20.000 millones de rublos (500 millones de euros, 638 millones de dólares).

“No es una pequeña suma. Podría haber dado los resultados deseados, pero no es el caso”, declaró Putin, exigiendo una solución definitiva para los incendios recurrentes en los alrededores de Moscú.

Otros incendios seguían causando estragos este lunes en unas 45.000 hectáreas y la opinión pública se inquietaba por las contradicciones en las informaciones de las autoridades sobre el posible riesgo nuclear.

Las sospechas se incrementaron el fin de semana cuando el sitio en internet de la agencia de protección de bosques, que había alarmado a la población sobre la contaminación radiactiva, desapareció repentinamente de la web.

Las autoridades rusas desmintieron el riesgo sanitario, afirmando el lunes que el nivel de radiación del país era “normal”.

Un responsable de la agencia de protección de bosques, conocida como Roslesozashchita, que pidió el anonimato, dijo estar prácticamente seguro que el sitio web de la agencia (www.rcfh.ru) había sido cerrado por las autoridades rusas.
Otras instalaciones nucleares se vieron amenazadas por los incendios. La principal fue el centro de tratamiento y almacenamiento de residuos nucleares de Maiak, en los Urales (2.000 km al este de Moscú).

La temperatura en Moscú alcanzó unos 30 grados el lunes mientras el humo iba desapareciendo de la capital. Pero un frente frío está entrando en Rusia por el noroeste, y amenaza Moscú con violentas tormentas, tras los incendios que dejaron 54 muertos en todo el país y arrasaron casi un millón de hectáreas desde finales de julio.

Las tormentas privaron a casi 100.000 habitantes de electricidad en las regiones del noroeste y perturbaron fuertemente el tráfico ferroviario entre Moscú y San Petesburgo.