Davis Autos cerró repentinamente sus oficinas y talleres en Concepción en lo que podría ser el fin de una de las automotoras más grandes y antiguas del país. La empresa dio vacaciones a sus empleados y dejó a decenas de personas sin saber que pasará con sus vehículos.

El jueves pasado se llevaron los vehículos y mobiliario, y ya el viernes las puertas del enorme local de Salas con Maipú y también el de Paicaví estaban cerradas.

Los dueños de automóviles y camionetas que estaban en reparación se han encontrado con la sorpresa de que no hay nadie que les de una respuesta.

Este martes tuvimos suerte porque abrieron uno de los portones, que nos cerraron de inmediato en la cara cuando preguntamos qué pasaba. Pero sí, pudieron ingresar quienes esta vez iban a buscar una explicación.

También llegaron al taller de Davis Autos algunos trabajadores. Son cerca de 40 en la zona y están con vacaciones hasta el 27 de agosto, día en que serán notificados de la situación de la empresa. Lautaro Winser, eléctrico con más de 20 años de experiencia, dice que el cierre no tiene vuelta.

La explicación al repentino cierre de la automotora que tenía en Concepción uno de los talleres más grandes del país podría estar en el conflicto que la enfrentó con General Motors por incumplimiento de contrato.

El fabricante norteamericano dio término anticipado a un convenio que tenía vigencia hasta enero de 2012 y Davis Autos, con la representación de la marca Chevrolet hace 70 años, lo demandó exigiendo 9 mil millones de pesos.

Contactamos en Santiago al abogado Eduardo Marchi, del estudio Grasty Quintana Majlis y Cia, que representa a Davis Autos y dijo que no podía dar declaraciones.