El presidente surcoreano Lee Myung-Bak llamó el viernes a Corea del Norte a que cese las “provocaciones militares irresponsables” cuando los dos países conmemoraban el viernes el 60 aniversario del comienzo de la guerra de Corea (1950-53).

Sesenta años después, la península sigue estando dividida y separada por una frontera tremendamente militarizada y las tensiones son grandes después del naufragio de una corbeta surcoreana que Seúl acusa fue torpedeada por la marina del Norte.

En una ceremonia en Seúl donde asistieron cientos de veteranos, surcoreanos y extranjeros, el presidente Lee declaró que el objetivo último de Corea del Sur “no era una confrontación militar sino una reunificación en la paz”.

No obstante, el presidente llamó una vez más al Norte a presentar excusas después del hundimiento de la corbeta “Cheonan” que Seúl atribuye a un submarino norcoreano.

El presidente Lee también llamó al Norte a “cesar sus provocaciones militares irresponsables y a comprometerse para que los 70 millones de coreanos vivan juntos”.

De su lado, Pyongyang rechazó toda responsabilidad en el incidente marítimo ocurrido el 26 de marzo y que costó la vida a 46 marinos surcoreanos.

Una investigación internacional atribuyó el naufragio del navío de buerra a un torpedo norcoreano.

Corea del Sur apeló oficialmente al Consejo de seguridad de la ONU en relación al incidente, uno de los más graves desde el armisticio de la guerra de Corea en 1953.

Corea del Norte amenazó con una reacción militar en caso de una condena de la ONU.

Las dos Coreas se encuentran en una situación anacrónica en la medida que sólo han firmado un armisticio y no un tratado de paz al término del conflicto de 1950-1953, y teóricamente siguen estando en guerra.