Seis acusados por crímenes cometidos en el centro de detención y torturas Automotores Orletti, que funcionó en 1976 en la dictadura argentina (1976/83) y alojó a uruguayos, chilenos, paraguayos, bolivianos y cubanos, serán juzgados a partir del jueves en Buenos Aires.

“La importancia de este juicio reside en que en este centro clandestino operaron servicios de inteligencia de otros países sudamericanos y también hubo prisioneros oriundos de esos países”, dijo a la AFP Rodolfo Yanzón, uno de los abogados de la querella.

El centro clandestino Automotores Orletti fue el epicentro de operaciones en Buenos Aires del Plan Cóndor de coordinación represiva entre las dictaduras sudamericanas en la década del 70 y principios del 80, y por allí pasaron unos 200 prisioneros, muchos de los cuales permanecen desaparecidos.

Estarán sentados en el banquillo los argentinos Raúl Guglielminetti, alias ‘Mayor Guastavino’ y ex agente de inteligencia del Batallón 601 del Ejército; el ex vicecomodoro de la Fuerza Aérea Néstor Guillamondegui; el ex coronel del Ejército Rubén Visuara; el ex general Eduardo Cabanillas y los ex agentes de inteligencia Honorio Martínez Ruiz y Eduardo Ruffo.

Todos ellos están procesados con prisión preventiva, acusados de privación ilegal de la libertad, imposición de tormentos y homicidio calificado contra 65 víctimas, hechos que se ventilan en este juicio que aborda sólo una parte de los crímenes y de los criminales que actuaron en Orletti, en una causa que sigue avanzando.

El centro clandestino funcionó entre junio y noviembre de 1976 en un ex taller mecánico en Floresta, un barrio de clase media baja, alquilado por la secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y al que los militares llamaban sarcásticamente “El jardín”.

El lugar cerró definitivamente luego de que una pareja de secuestrados pudo tomar un fusil para huir en medio de un tiroteo y exiliarse en México.

Según la causa, Orletti estuvo bajo la órbita del fallecido ex jefe de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) Aníbal Gordon, y dependía de la SIDE, a cargo del también fallecido Otto Paladino.

Desde ese centro se coordinaban tareas con represores de Chile, Paraguay, Brasil, Bolivia y Uruguay.

En este juicio se ventila el homicidio de seis personas, entre ellas el hijo del poeta y periodista argentino Juan Gelman, Marcelo, cuyos restos aparecieron en 1989 dentro de tambores hundidos en el Río Luján.

En cambio, no incluye el secuestro y desaparición de María Claudia García, la nuera del poeta quien tenía 19 años y estaba embarazada de siete meses cuando fue trasladada clandestinamente desde Orletti a Montevideo, donde dio a luz a su hija, Macarena, apropiada por un policía uruguayo y que pudo recuperar su identidad recién en 2000.

Otro caso es el de dos funcionarios de la Embajada de Cuba Jesús Cejas Arias, de 22 años, y Crescencio Galañega, de 26, secuestrados en 1976. Ambos fueron vistos en Orletti y permanecen desaparecidos.

Se estima que unos 200 secuestrados pasaron por Orletti, muchos de ellos uruguayos, como Jorge Zaffaroni y María Emilia Islas, ambos desaparecidos y padres de Mariana, que tenía 18 meses y fue apropiada por el ex agente de inteligencia Miguel Furci, actualmente detenido. Recuperó su identidad en 1998.

También estuvo secuestrada allí la uruguaya Sara Méndez, a quien además le fue arrancado de los brazos su hijo Simón, de 22 días de vida, apropiado por un policía argentino, hasta que pudo reencontrarse con él 26 años más tarde.

Desde Orletti se realizaron traslados de prisioneros en vuelos clandestinos a Uruguay, muchos de los cuales permanecen desaparecidos.

Unas 30.000 personas desaparecieron durante la dictadura argentina y fueron robados unos 500 bebés nacidos en cautiverio de sus madres desaparecidas, de los cuales han sido recuperados un centenar, según organismos humanitarios.