Los legisladores de la ciudad estadounidense de San Francisco aprobaron por abrumadora mayoría este jueves un boicot contra el estado de Arizona, que recientemente aprobó una dura ley antiinmigrante.

La resolución del Concejo local, votada por 10-1, llama a que la ciudad del estado de California evite firmar contrato alguno con empresas con sede en Arizona.

También reclama que San Francisco evite enviar funcionarios locales y empleados públicos a conferencias en Arizona y estudiar la forma de discontinuar los contratos existentes con compañías que tengan sede en el estado del suroeste estadounidense.

“Se trata de enviar un mensaje muy claro de que si un estado aprueba una ley que es tan atroz como esta, el pueblo de buena conciencia en otras partes del país tiene una obligación, una responsabilidad, de hablar fuerte y no quedarse callado”, dijo el supervisor David Campos, quien auspició la medida.

La ley que aprobó la gobernadora de Arizona Jan Brewer criminaliza a los inmigrantes indocumentados. La ley, llamada SB 1070, exige a la Policía local detener y exigir documentos a cualquiera del que se sospeche puede estar indocumentado en el país, aunque no esté incurso en ninguna actividad ilegal, por lo que ha despertado el temor de que promoverá el racismo.

Organizaciones civiles y laborales estadounidenses lanzaron también un boicot contra Arizona y exigieron una revisión del sistema migratorio.

Las organizaciones, lideradas por La Raza, principal coalición hispana en Estados Unidos, llamaron a no comprar productos de Arizona, viajar o celebrar eventos en ese estado del suroeste del país, fronterizo con México, hasta tanto sea revertida la ley.

La declaración de la ciudad de San Francisco, sin embargo, no es vinculante y no tiene capacidad de obligar a su cumplimiento.

Campos explicó que varias otras ciudades estadounidenses analizaban aprobar medidas similares, y citó a Oakland, Los Angeles, Chicago, El Paso y Washington D.C.