Los ejecutivos de la lechera Ancali aseguraron estar tranquilos, ya que están haciendo las cosas bien para minimizar el impacto de este productivo en la zona, en respuesta a la decisión de la Corema de abrir un expediente sancionatorio en su contra.
Según la presentación en la Corema, la agrícola no habría cumplido 2 aspectos contemplados en la declaración ambiental, uno referido a cambios al proyecto original y el otro sobre el uso de purines para riego, sin su
respectivo tratamiento.
Recordemos que los vecinos de esa localidad rural distante 10 kilómetros al sur de Los Ángeles, denuncian una plaga de moscas que perjudica su calidad de vida, especialmente en la temporada de verano.
El propietario de la empresa agrícola, Carlos Heller, aseguró que hasta el minuto no han sido notificados de la determinación de la Corema de iniciar un expediente sancionatorio en contra de la lechera.
Sin embargo, afirmó que en la planta lechera se han aplicado los máximos estándares de calidad para enfrentar la situación ambiental, insistiendo en que están dispuestos a ser fiscalizados las veces que sea necesario.
Frente al problema de las moscas, situación denunciada por los vecinos de San Carlos, Heller afirmó que se han tomado todos los recaudos para minimizar la situación, quintuplicando la inversión en químicos y controladores biológicos, planteando que el foco estaría en procesos productivos similares que existen en la localidad.
De acuerdo a Carlos Heller, en su planta lechera se pueden hacer todas la investigaciones del caso, pero insistió en que lo que se dice sobre su impacto ambiental, es fruto de la desinformación.
La lechera Ancali, cuya inversión bordea los 50 millones de dólares entre infraestructura y masa ganadera, tiene un plantel de 5 mil 100 vacas que producen alrededor de 200 mil litros de leche al día, cuyo volumen equivale al 3% de la demanda nacional de leche.
Según sus ejecutivos, es el plantel más moderno de su tipo en Sudamérica, que combina la tecnología americana y europea para rendimientos superiores a los 40 litros por vaca, con un elevado nivel de calidad.
Ahora, con el inicio del expediente sancionatorio, la empresa debe primero ser notificada, luego de lo cual debe sus respectivos descargos en la Comisión Nacional del Medio Ambiente, la cual debe decidir si existen méritos que justifiquen la eventual aplicación de sanciones.