La embajadora estadounidense en Brasil, Elizabeth Frawley Bagley, confirmó que su país participará en el Fondo Amazonía.
La diplomática igualmente anunció que el aporte a entregar será definido en las próximas semanas entre la Casa Blanca y el Congreso.
Noruega y Alemania eran los países que financiaban el Fondo Amazonía.
No obstante, congelaron sus aportes con el avance de la deforestación bajo el gobierno del expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2022), en cuyas postrimerías esta actividad marcó un récord con 10.267 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal arrasados.
“Sobre el Fondo Amazonía, del que estamos muy felices de formar parte, el Congreso de Estados Unidos tomará decisiones y determinará los valores exactos autorizados” para aportar, señaló la representante en una rueda de prensa en Brasilia.
Sumado a ello indicó que la Casa Blanca, primero, y luego el Senado “van a trabajar juntos para establecer esos valores”, y que en las próximas semanas serán divulgadas las cifras.
¿Qué es el Fondo Amazonía?
El Fondo Amazonía, creado en 2008, es gestado por el banco BNDES para recibir donaciones a modo de financiar proyectos de prevención, monitoreo y combate a la deforestación en el pulmón del mundo.
Además de administrar y gestionar el fondo, BNDES actúa desde la selección de las propuestas hasta el monitoreo de sus acciones, después de contratados, como por ejemplo gestión de bosques públicos y áreas protegidas, manejo forestal sustentable o actividades económicas desarrolladas desde el uso sustentable de la selva.
Actualmente el fondo cuenta con recursos por 5.400 millones de reales (unos 1.080 millones de dólares), con 1.800 millones de reales (unos 360 millones de dólares) ya contratados y 14 proyectos aprobados en licitación pública desde 2018.
A contar del miércoles, la iniciativa, cuenta con la reinstalación del Comité Orientador del Fondo Amazonía (COFA), presidido por el BNDES.
El viernes, el presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se reunieron en la Casa Blanca y, entre varios asuntos, se contempló la posibilidad de que países ricos ayuden a preservar el ecosistema.
Lula aseguró ese día que no había hablado específicamente con Biden sobre el Fondo Amazonía, pero expresó su confianza en que Washington se uniría al mismo.
