El diputado Gabriel Boric protagonizó un duro impasse con el ministro de Justicia, Jaime Campos, durante una sesión especial de la Cámara que aborda la situación del Servicio Nacional de Menores (Sename).

En su intervención, el secretario de Estado dijo que el hogar donde murió la pequeña Lissette Villa estaba en mejores condiciones que el internado donde él estudió en Talca hace décadas. Esto irritó al diputado Boric, indicó muy molesto que “me parece insólito que dejemos pasar lo que acaba de decir el ministro (…) Que se vaya a la cresta”.

Sobre este tema y más conversó Mirko Macari en su tradicional columna “Mejor no hablar de ciertas cosas” en el Podría Ser Peor.

Macari señaló que la reacción de Boric le pareció muy de época porque el diputado habla en el tono de la conversación que se lleva a cabo con la discusión pública de este último tiempo.

“Buena parte de la molestia, la irritación de la élite, de los grupos políticos tradicionales y del empresariado, también de algunos líderes de opinión, tiene que ver con no captar las circunstancias de este tiempo”, manifestó.

Agregó que explica que un cambio en el lenguaje denota un cambio es el espíritu de la época. “Boric es muy asertivo es expresar eso, éste es un tiempo plebeyo, de lenguaje más emocional que racional, donde cambia la idea de respeto, donde están permitidos hasta cinco decibeles más de indignación, ese cambio está provocando mucho trauma”, dijo.

Añadió que le parece muy bien la reacción de Boric y que la política no es un espacio para que todos sean amigos. “La gente se puede mandar a la cresta, eso no significa que estemos al borde de una guerra o que vayamos caminando hacia allá”, precisó.

“Estamos construyendo una sociabilidad diferente y Boric expresa más que cualquier otro d elos líderes estudiantiles de 2011”, añadió.

“Es asertivo Boric al expresar esa cuota de indignación frente a lo que son desatinos de la autoridad porque no tiene margen para equivocarse en temas de alta sensibilidad como el Sename. Pasa esto porque llegamos al límite de la tolerancia respecto a la inoperancia del aparato estatal”, manifestó.

El periodista precisó que el ministro de Justicia es un personaje radical del siglo pasado de cabeza a pies. “No tiene piel para lo que está pasando”.

Asimismo, agregó que Campos se mandó “la gran Fantuzzi” con esta comparación fuera de lugar y en otro escenario.

También, explicó que hace 10 años la muerte de Lissette Villa en un centro dependiente del Sename habría sido un caso aislado en una institución, por lo tanto, tendría un valor relativo.

“Hoy su valor es absoluto porque ha cambiado nuestra idea de humanidad, en el fondo hay una humanización radical de todas las cosas”, aclaró.

Colusión de pañales

Respecto a la colusión de los pañales, el comunicador fue enfático en decir que no sabe qué hay de nuevo en esto y que es la oportunidad para reflotar el tema.

“La Fiscalía estaba en antecedentes de esto y la papelera tiene un muy buen argumento que ellos incluyeron con la colusión de los pañales que es la autodenuncia (…) por ley estaban obligados a entregar absolutamente todos los antecedentes, no es que pudieran ocultar nada, sólo en esa medida podían al final del proceso ser beneficiados por la figura de la autodenuncia”, dijo.

“Aquí hay una pregunta política que es quién y por qué filtra esto ahora y con qué intención”, acotó.

Escucha la entrevista realizada por Julio César Rodríguez en Podría Ser Peor: