Un gran revuelo generó la salida de Jorge Burgos del cargo de ministro del Interior, puesto que ocupó desde mayo de 2015 y que dejó el pasado miércoles.

En conversación con Tele13, el exjefe de gabinete descartó de manera tajante haber sostenido malas relaciones con la presidenta Michelle Bachelet. “Se ha tejido que yo he tenido una mala relación con ella, eso es absolutamente falso“, sostuvo.

Señaló también que el martes expresó a la mandataria su decisión definitiva de renunciar porque estaba “cansado de ánimo“, aunque este escenario no necesariamente se encontraba relacionado con Bachelet, sino más bien con la Nueva Mayoría.

Tiene que ver con la coalición, voy a ser bien franco, con gente de la coalición que tiene una visión distinta, puede ser muy legítima, pero una visión distinta de la que yo tengo de cómo debe enfrentarse el momento del país”, manifestó, aunque dijo que estas diferencias no se dieron exclusivamente con el Partido Comunista.

Burgos apuntó en específico dentro del oficialismo a “personas que creen que a Chile le viene bien en este momento seguir impulsando, entre comillas, reformas estructurales y no volver a una pausa de moderación y gradualismo”.

De estas personas, dijo que hay “mucho más en el PC, un poco menos en el PS, y un poco menos en la DC”.

Si bien aclaró que en este cansancio no influyó el hecho de que Osvaldo Andrade decidiera acudir al Tribunal Constitucional contra el control de identidad en la Agenda Corta Antidelincuencia -proyecto impulsado por el Ejecutivo-, dijo que “Andrade puede cansar a cualquiera“.

También fue crítico con el estado del oficialismo actual, asegurando que opta por “algo más parecido a la Concertación” que a la Nueva Mayoría, ya que “para la DC es mucho más cómodo“.

En cuanto a su sucesor, Jorge Burgos manifestó que la presidenta le preguntó por nombres de militantes de la Democracia Cristiana. El exministro, aclaró, alcanzó a pronunciar solo cuatro, ya que la mandataria se le adelantó con el nombre del todavía embajador en Uruguay Mario Fernández.

Reconoció también que existió un punto de inflexión en la perspectiva de Bachelet para la administración del país, el que se dio tras el cambio de gabinete donde salió Rodrigo Peñailillo. A juicio de Burgos, la jefa de Estado “fue adoptando de alguna manera la tesis nuestra de más realismo, después lo que se ha llamado la obra gruesa”.

Admitió también que el momento más tenso mientras estuvo como ministro del Interior fue el paro de camioneros en agosto de 2015 y la decisión de permitir su por la Alameda, pese a que había indicado que no iban a transitar por esa vía.

Pero el que tal vez fue uno de los episodios más bullados fue el viaje de la presidenta Michelle Bachelet a La Araucanía, que no le fue anunciado. “Eso me pareció mal y las personas que asesoraron en eso a la Presidenta lo hicieron mal. Yo creo que fue una asesoría comunicacional muy mala. Jefes de prensa se terminan convirtiendo en asesores políticos y creo que allá hay un problema“, subrayó, desligando de toda responsabilidad a la mandataria por este incidente y apuntando directamente a la actual jefa de prensa, Haydée Rojas.