Esta fue una semana intensa para el mundo político nacional, en especial con la salida del ahora exministro de Interior, el DC Jorge Burgos, quien renunció a su cargo tras meses de notorias malas relaciones al interior del oficialismo.

Si bien la explicación del Gobierno apuntaba a problemas en la salud Burgos, la realidad es aún más amplia, y está llena de matices políticos que se ven reflejados en la actitud de los partidos de la Nueva Mayoría frente a las decisiones del Gobierno.

Según relata El Mercurio en su edición de este sábado, al principio de la semana y antes de que se conociera la renuncia de Burgos ya se podía apreciar una máxima tensión, manifestada en especial en una reunión llevada a cabo entre altos miembros del gobierno y líderes de partidos oficialistas.

El encuentro materializado en el departamento del agente chileno José Miguel Insulza, habría dejado en claro que las críticas, en especial las emanadas por el diputado socialista Osvaldo Andrade, apuntaban al exministro Burgos, al ministro Nicolás Eyzaguirre, y a la incapacidad del gobierno para coordinarse con los partidos políticos y realizar prontamente un cambio de gabinete.

De hecho, en la publicación se da cuenta las críticas de Andrade hacia el Comité Político, por manejar de mala manera la coordinación; hacia la mesa directiva de su partido el PS, por generar puentes de acuerdo con otras tiendas políticas que no contribuyeron al avance del Gobierno, e incluso hacia la mandataria Michelle Bachelet.

Esto habría sido replicado por otro de los presentes en la reunión, el ministro vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, quien según relata el medio, habría señalado que la culpa en la lentitud para realizar un cambio de gabinete la tendrían los mismos partidos, por haber propuesto nombres de reemplazo que no cumplían con los requisitos de los cargos.

Pero los cuestionamientos al gobierno habrían continuado en esa reunión, a tal nivel que se habría hablado de una Moneda con un “mal elenco político”, en camino a entregar la banda presidencial nuevamente a Sebastián Piñera, quien aparece como la mejor carta presidencial de la oposición.

Todo lo anterior quedaría a firme con las declaraciones hechas por el mismo Insulza días más tarde.

Ya a finales de esta semana “El Panzer” se encontraba de visita en París, cuando fue entrevistado por La Tercera y consultado sobre la salida del ministro Burgos de su cargo.

Ante esto Insulza entregó un diagnóstico positivo de la gestión del exjefe de Interior, pero enfatizó en que fue víctima de “fuego amigo”, lo que generó y seguirá generando problemas al interior del oficialismo.

“Uno espera de la oposición que dispare. Pero cuando la situación llega a un punto en que todo lo que hacen los ministros es objetado, cuando dirigentes de partidos de gobierno ante un cambio de un ministro de Interior aparecen diciendo que no basta eso, que hay que sacar aotro, eso dificulta mucho la gestión de Gobierno”, señaló a La Tercera.

Es más, el agente Insulza apuntó al daño que se genera en la imagen del oficialismo, que termina por mostrar de manera pública la separación que se produce al interior del conglomerado que debería apoyar al gobierno de turno.

“Nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. El desprestigio de la política alcanza tanto a los que dicen esas cosas como a los otros. La pena es que no se den cuenta de eso”, Agregó.

Además, le recordó que a los partidos que el estar día a día atacando con fuego amigo a sus propios aliados, en vez de “atacar a la derecha”, sólo genera daños para el oficialismo y el actual gobierno.

Pese a todo, Insulza cree que la llegada de Mario Fernandez, con quien compartió labores en el gobierno de Ricardo Lagos, será de utilidad en esta situación, teniendo en cuenta el peso político del nuevo ministro de Interior, quien incluso fue la mano derecha de Bachelet cuando ella era ministra de Defensa.