Este domingo, más de 13 millones de chilenos tendrán la posibilidad de asistir a las urnas para elegir sus representantes al parlamento, gobiernos regionales y, más importante aún, quién será el nuevo presidente o presidenta de la República.

Sin embargo en lo que podría ser una decisión popular previsible en base a las encuestas, la cuota de incertidumbre la aporta la incorporación del voto desde el extranjero, el cambio del sistema binominal a proporcional y -sobre todo- la indiferencia con que el país parece mirar este proceso, augurando una alta abstención.

Pese a haber 8 candidatos presidenciales en carrera, las miradas se centran sobre los representantes de los dos grandes bloques políticos: Sebastián Piñera, como abanderado de la coalición derechista ChileVamos; y Alejandro Guillier, la carta de la oficialista Nueva Mayoría (NM), bloque del cual se escindió la Democracia Cristiana (DC) para llevar su propia candidata.

Según la encuesta CERC-MORI realizada en octubre pasado, el empresario y expresidente Piñera mantiene una cómoda ventaja de 44% por sobre el periodista y senador Alejandro Guillier, con 30% de las preferencias de electores probables, es decir, personas que manifestaron su intención de concurrir a votar este 19 de noviembre.

Estas cifras serían suficientes para llevar a ambos a segunda vuelta, considerando que su más cercana contendora es Beatriz Sánchez, también periodista y abanderada del Frente Amplio, estancó en 11% lo que parecía ser una irrupción galopante en el escenario político, sobre todo tras la bullada polémica con su correligionario, Alejandro Mayol.

Pero si de polémicas se trata, Piñera y Guillier tampoco han estado exentos. El primero ha sido blanco de una larga serie de acusaciones de índole económica, que van desde gestiones en beneficio personal mientras ocupaba la primera magistratura -como los casos Exalmar y Dominga– hasta la investigación en curso por financiamiento irregular de sus campañas ligado a la empresa minera SQM.

En el caso de Guillier, se cuestionan los millonarios pagos que el senador realizó por asesorías externas encargadas a una misma empresa, y cuyos resultados fueron copiados desde los propios informes emitidos por la Cámara Alta.

A pesar de tener amplia cobertura en los medios, estos casos hicieron poca mella en la percepción de la gente, incluso con el diario británico Financial Times dando por hecho la reelección de Sebastián Piñera.

El poder de 6

Rodrigo Sáenz | Agencia Uno
Rodrigo Sáenz | Agencia Uno

Fuera de Sánchez, la participación de los demás candidatos a la presidencia parece ser anecdótica. La abanderada de la DC, Carolina Goic, no ha logrado subir del 8% en las encuestas, convirtiendo su campaña en una medición de fuerzas que sólo reconfigurará el poder del partido democratacristiano dentro de la Nueva Mayoría.

La misma medición CERC-MORI entregó un magro 4% de apoyo al líder del partido Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami, en la que será su tercera carrera presidencial y la más anémica, dado el 20% de preferencias obtenidas en 2009, y 11% en 2013.

En tanto José Antonio Kast, diputado que abandonó la Unión Demócrata Independiente (UDI) para levantar una candidatura de extrema derecha, sólo concita el 2% de las preferencias; mientras que los radicalizados de izquierda, Alejandro Navarro (PAIS) y Eduardo Artés (Unión Patriótica), sólo marcan cifras inferiores al 1%.

La pregunta entonces es si, de cara a un balotaje, podrían el resto de los candidatos afines a la centroizquierda entregar su apoyo a Guillier para evitar que Piñera regrese a La Moneda.

Aunque en la calculadora es posible, los mismos candidatos han recordado que los votos no son endosables, y salvo algunos guiños han evitado adelantar apoyos explícitos durante una segunda vuelta, en espera de conocer el patrimonio electoral con el que podrían negociar.

Abstención: la aguja que podría mover la balanza

Frente a este panorama, el único factor que parece decisivo para presentar sorpresas en la contienda electoral es la abstención. Recordemos que desde 2012 el voto en Chile pasó a ser voluntario, tras lo cual se redujo progresivamente la cantidad de sufragios.

De hecho, ese mismo año la abstención marcó un 57%, cifra que se elevó aún más en las elecciones municipales de 2016 cuando llegó a un 65% de ausentismo. Cifra que, en todo caso, es equiparable a las de países como España, Portugal, Francia o Italia.

En este sentido, el diputado exPPD y analista político Pepe Auth, indicó en entrevista con Radio Bío Bío que de haber una caída en la participación aún mayor que en las últimas municipales, Sebastián Piñera podría ganar en primera vuelta.

“Nosotros tenemos dos referencias de participación, la municipal que fue de poco menos de 5 millones de personas, y la presidencial que fue de 6 millones. Si estamos cerca de la municipal significa que la catástrofe se consolidó: si participan 5 millones, Piñera gana en primera vuelta”, aseveró.

El comando del empresario, en tanto, ha evitado hablar directamente de un triunfo en primera vuelta para no minar su victoria hacia un eventual balotaje, sin embargo es un secreto a voces entre sus bases que el trabajo realizado durante las últimas semanas apunta a movilizar al electorado con ese fin.

La respuesta la tendrá ya no sólo la preferencia de quienes concurran a las urnas este domingo, sino más importante aún, en qué números lo hagan.