Luego de alcanzar un preacuerdo en 200 candidaturas únicas para las elecciones municipales y regionales de octubre, Chile Vamos puso los esfuerzos en la negociación de aquellas comunas que hoy son lideradas por el oficialismo.

Fue el pasado miércoles y tras una larga jornada de negociación, los partidos de Chile Vamos anunciaron que alcanzaron un “preacuerdo” en 200 candidaturas únicas para alcaldes y gobernadores.

El objetivo de la coalición era claro: dar una señal de unidad en medio de las tensiones que han surgido en el proceso de negociación.

Sin embargo, aún son varias las comunas que generan roces y en las que cada colectividad estaría peleando el cupo. Una de ellas, por ejemplo, Recoleta.

Además, hay otras en las que la búsqueda de un candidato fuerte para competir contra el oficialismo ha sido compleja para la derecha, este -según fuentes de La Radio- sería el caso de Maipú.

La presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, explicó que el “preacuerdo” alcanzado implica que -eventualmente- en algunas zonas o comunas podría haber modificaciones.

Aunque hay negociaciones avanzadas, aún hay un factor clave que la coalición debe resolver: cómo negociará con el resto de partidos del sector para -idealmente- llevar a un candidato único en las comunas que hoy son lideradas por la izquierda o la centroizquierda.

Sin embargo, el Partido Republicano ya ha anunciado varios candidaturas para esas comunas y -por ejemplo- en Concepción, el candidato republicano, James Argo, según reconocen en la interna de Chile Vamos, sería el mejor posicionado.

En ese escenario, el presidente de la UDI, Javier Macaya, manifestó que toda la oposición debe “dar la pelea” -sobre todo- en las comunas que hoy son lideradas por el oficialismo.

Mientras tanto -en la vereda contraria- el pacto entre el oficialismo y la Democracia Cristiana aún mantiene pendiente la definición de candidaturas en las 14 comunas en las que no se alcanzaron a inscribir primarias.

Además, en el sector aún tienen pendiente la lista de gobernadores regionales, que -según reconocen al interior del pacto- es una discusión que “está atrasada”.