El experimentado entrenador chileno, Jorge 'Peineta' Garcés, vive un verdadero periplo intentando que Juan Fernández pueda dar pelea ante Santiago Wanderers en la Copa Chile.

El próximo sábado será un día histórico. La selección de Juan Fernández, liderada en la banca por Jorge ‘Peineta’ Garcés, recibirá en la isla a Santiago Wanderers en el duelo inaugural de la Copa Chile 2024.

El pleito se disputará desde las 12:30 horas en el estadio Municipal insular, en un cotejo que hace recordar el pleito entre Rapa Nui y Colo Colo de años atrás.

De cara al enfrentamiento, Garcés trabaja en tiempo récord y con todo -y a la vez poco- que tiene a disposición: un gimnasio, la cancha y valientes jugadores que intentarán un batacazo. Ni siquiera tiene ayudante o preparador físico.

“Estoy solo, sin preparador físico. Él estuvo acá un tiempo y se regresó. Entonces, Son detalles que tengo que estar permanentemente planificando”, confesó al programa Pelota Parada de TNT Sports.

Las complicaciones existen, pero no amilanan a Garcés. “El grupo adquirió un compromiso maravilloso desde mi llegada. Son dos meses de trabajo, he conocido la realidad del grupo estos muchachos trabajan todo el día y las prácticas son de noche, están en la pesca de 8:00 a 18:00 horas, la mayoría de ellos, hemos tenido que manejar las cargas”, expresó.

“Los fines de semana podemos trabajar de día y hemos trabajado incluso hasta doble jornada. El domingo que recién pasó tuvimos un trabajo en el gimnasio porque el clima no nos permitió trabajar en cancha”, agregó.

Sobre el compromiso con Wanderers, ‘Peineta’ adelantó que “hemos tenido muchas charlas con los chicos y nos hemos preparado bien tanto físicamente como mentalmente. Les dije que aprovecharán esta oportunidad y que salieran a jugar tranquilos, el planteamiento táctico va cambiando en el desarrollo del encuentro”.

“Es una aventura, una experiencia única, la calidad humana de los jugadores es maravillosa al igual que la gente del archipiélago, todo el mundo te saluda y te trata con mucho cariño… Acá es todo más difícil, la comida llega cada 15 días desde el continente al archipiélago, te demoras una hora desde el aeródromo a la ciudad, eso sí, me han tratado muy bien en la hostería”, cerró.