Los aumentos se inscriben en la política de Javier Milei, quien asumió la Presidencia en diciembre pasado, de liberar los precios reprimidos de la economía y, en el caso de los combustibles, llevarlos a niveles más acordes con los mercados internacionales y más rentables para las empresas del sector.

Las ventas de combustibles en Argentina cayeron durante el primer trimestre del año, con un notable derrumbe en marzo, mientras que los precios de las naftas (gasolinas) siguen en alza.

En el primer trimestre del año el volumen de combustibles vendido totalizó los 4,2 millones de metros cúbicos, lo que supone una caída interanual del 7,4%, de acuerdo a un informe de la consultora Politikon Chaco.

La caída se ha profundizado en marzo, cuando se comercializaron casi 1,4 millones de metros cúbicos, un 12,1% menos que en igual mes de 2023, “siendo ese el descenso más fuerte de los últimos 37 meses y el cuarto mes consecutivo con ese resultado”, destaca el informe.

Según la consultora, respecto a febrero último las ventas se incrementaron levemente, en un 2,1%, “principalmente por la estacionalidad del mes, aunque dicha subida no impidió que el volumen comercializado se encuentre entre los más bajos de los últimos dos años”.

En un contexto de elevadísima inflación (287,9% interanual en marzo) y pérdida del poder de compra de los salarios en Argentina, los consumidores recortaron sus cargas en las gasolineras tras los fuertes saltos de precios registrados que se vienen registrando desde diciembre pasado.

La nafta ‘súper’ (la más económica en el mercado) se vende actualmente a 837 pesos (93 centavos de dólar) por litro en las estaciones de servicio en Buenos Aires de YPF, la mayor productora de hidrocarburos y comercializadora de combustibles de Argentina.

El precio de este combustible sufrió en diciembre un alza mensual del 77,8% y en el primer cuatrimestre de este año acumuló un alza del 51,3%.

Los fuertes aumentos se inscriben en la política del Ejecutivo del libertario Javier Milei, quien asumió la Presidencia en diciembre pasado, de liberar los precios reprimidos de la economía y, en el caso de los combustibles, llevarlos a niveles más acordes con los mercados internacionales y más rentables para las empresas del sector.

A esto se han sumado desde febrero sucesivos incrementos en los precios de las naftas producto de la decisión del Gobierno de activar una actualización en ciertos impuestos sobre los combustibles que había atrasado la anterior Administración.

En este escenario, se espera que el valor del combustible vuelva a subir en mayo, cerca de un 8%, según fuentes del sector.