La Policía de Investigaciones (PDI) liberó ayer jueves miles de documentos secretos del Departamento 50, su primera unidad de inteligencia encargada de desbaratar grupos de espías y de adoctrinamiento nazi que operaron en el Cono Sur en plena Segunda Guerra Mundial.

En 1939, mientras Hitler ya sembraba la supremacía nazi en Europa, iniciaba sus operaciones secretas en Chile el Departamento 50, que con 22 agentes se dedicó a combatir al Partido Nacional Socialista Alemán instalado en el país 8 años antes, el cual realizaba entrenamiento paramilitar a jóvenes chilenos e invertía en propaganda para ensalzar el nazismo.

Las actividades de inteligencia del Departamento 50 -cuyo nombre surgió del anexo telefónico que la unidad tenía dentro del edificio de la Policía- concluyeron en 1945 y los registros de sus operaciones quedaron archivados bajo estricto secreto hasta este jueves, cuando la PDI los entregó al Archivo Nacional para que sean de conocimiento público.

“Los jóvenes y niños de Chile merecen saber qué hizo este puñado de detectives para frenar al nazismo que irradiaba sus tentáculos en casi todo el continente (…) Estamos haciendo historia con este gesto”, dijo Héctor Espinoza, director de la PDI, durante el acto de entrega.

El Archivo Nacional recibió 10 grandes tomos de libros con tapa verde, que incluyen más de un millar de hojas con las investigaciones, declaraciones de imputados y testigos, fotografías e información de las operaciones que fueron digitalizadas y subidas a la página web www.archivonacional.cl, de donde se pueden descargar.

Los documentos liberados indican que los agentes chilenos se enfrentaron a grupos de espías nazis que enviaban información mediante mensajes encriptados hasta Hamburgo, en Alemania, sobre las actividades de las Fuerzas Armadas de Chile y también sobre la circulación de barcos y movimientos de tropas de otros países por el estrecho de Magallanes.

Los agentes del Departamento 50 también pudieron detener el adoctrinamiento que los nazis realizaban con jóvenes chilenos descendientes de alemanes, aprovechando la gran migración alemana que se instaló a principios del siglo XX en el sur de Chile y Argentina.

En Puerto Varas se incautaron armas de grueso calibre y más de 50.000 municiones. Los detectives también desbarataron un centro de radiotransmisión y reuniones de un grupo de saboteadores nazis que fraguaba un plan para destruir el canal de Panamá.

Reconocimiento internacional

El Departamento 50 “estableció que había 2 anillos de espionaje y sabotaje” en Chile realizados por los nazis, y también diversas “filtraciones de información” en otros países de la región, por lo que cruzó información con las policías de esas naciones logrando frenar las actividades alemanas, explicó el director Espinoza.

La unidad de detectives chilenos logró además detener a Bernardo Timmerman, un fotógrafo alemán reconocido como principal cabecilla de los espías germanos en Chile, y al menos otros tres jerarcas del partido nazi chileno que fueron encarcelados.

El éxito de las operaciones fue producto del estrecho trabajo que realizó el Departamento 50 con el FBI y que fue reconocido por el mítico John Edgar Hoover, creador y primer director de esta agencia estadounidense de investigación.

“Dentro de las cosas (archivos) que yo he visto está por ejemplo un saludo que nos hace el director del FBI felicitando a este grupo por el trabajo que estaba haciendo”, afirmó Espinoza.

Primer paso

Con la entrega de estos archivos se abre la puerta a posibles nuevos hallazgos de la presencia nazi en Chile, tal como ocurrió durante esta semana en Argentina con el magnífico descubrimiento de centenares de piezas del nazismo en Buenos Aires, algunas de ellas de propiedad de Adolf Hitler.

“Recordemos que en el Cono Sur, Argentina y Chile fueron base de operaciones del régimen nazi y sin duda que aquí vamos a encontrar algunos hallazgos y obviamente señales que tal vez permitan otro tipo de investigaciones”, dijo el diputado Gabriel Silber, uno de los impulsores de la liberación de los archivos.

En tanto, entidades de derechos humanos manifestaron que la desclasificación de los archivos del Departamento 50 puede ser también el primer paso para revelar otros documentos en poder de la PDI sobre la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) que puedan colaborar en el esclarecimiento de los más de 3.200 casos de muertes y desapariciones políticas que dejó el régimen.