Los problemas de índole sexual en la pareja casi siempre tienen relación con la comunicación, en algún aspecto.

Y es que la intimidad física, por lo general, se relaciona mucho con la intimidad emocional, por lo que a veces no enfrentamos los conflictos en este ámbito para no herir al otro.

Decirle a tu pareja que no deseas algo o que quieres probar un movimiento nuevo, puedes ser muy difícil, ya que lo que menos quieres es parecer agresivo/a.

A continuación te indicamos 5 problemas comunes de la intimidad, recopilados por el portal especializado en salud Prevention.

1. “Mi pareja no está interesada en el sexo oral”

Sugerirle a tu pareja que quieres recibir sexo oral puede ser muy difícil, sobre todo si notas que no le entusiasma mucho.

“La mejor manera de abordar esto es que hablen abiertamente sobre lo que quieren físicamente”, dice Steve McGough, experto en sexología clínica y director de investigación y desarrollo de la firma de dispositivos de masaje íntimo Women and Couples Wellness. “Si uno de los miembros de la pareja quiere algo que el otro no, o con lo que no se siente cómodo, es útil hablar de alternativas posibles”, indicó.

El especialista sugiere que en lugar de presionar a tu pareja, pruebes con otras opciones con estimulación similar. “Usar aceite o conseguir una manga de masturbación (juguete sexual) puede ser tan agradable como el sexo oral para los hombres”, aconseja McGough. “Las mujeres que quieren recibir sexo oral pero cuyos compañeros no quieren dárselo o no son buenos en ello, pueden explorar el uso de aceites y masaje de manos”.

Si el problema son aprensiones con la higiene puedes probar el sexo oral en la ducha. “La percepción de estar en la ducha suele cambiar la forma en que las personas ven el sexo oral”, dice McGough.

2. “Soy más audaz sexualmente que mi pareja”

Si eres de los que les gusta probar nuevas posiciones y experimentar en la intimidad, pero a tu pareja le agrada lo tradicional y conocido, una sugerencia mal planteada puede generar un ambiente hostil y herir sentimientos.

“El más audaz puede sentir que sus necesidades no se cumplen, mientras que el más tradicional puede sentir que no es lo suficientemente bueno”, dice David Bennett, consejero y experto en relaciones.

Cuando hay deseos opuestos y niveles de comodidad en juego, es importante hablar y establecer límites antes de que las cosas suban de nivel. “Aquí es donde entra en juego la empatía y la comprensión mutua”, señala Bennett.

El profesional cree que el miembro de la pareja más atrevido puede presionar, pero tiene que asegurarse que su pareja esté cómoda, sugiere.

Incluso algo tan simple como susurrar “¿Está bien?” en el oído de tu pareja cuando estás intentando algo nuevo hará que tenga otra disposición y les ayudará a ambos a trabajar de buena manera el consentimiento. “Y si tú eres el que quiere frenar las cosas, un simple ‘volvamos a lo que estábamos haciendo porque me excita’ puede ayudar a no ir más allá, y mantener las cosas positivas en lugar de que suene a crítica”, agrega Bennett.

Pixabay (CCO)
Pixabay (CCO)

3. “No estoy logrando el orgasmo con mi pareja”

Aunque esto puede suceder a cualquier género, McGough dice que le pasa más a las mujeres que a los hombres.

“En algunos casos, las mujeres no se sienten cómodas hablando con su pareja acerca de ello, y en otros casos tratan de orientar a sus parejas, pero éstas no lo entienden o, lo que es peor, no le interesa”, dice McGough.

Además de todo esto, existe la creencia cultural de que las mujeres deben alcanzar el orgasmo a través de únicamente la penetración, pero en realidad, son muy pocas las mujeres capaces de llegar al clímax así.

Por eso, si nunca has conseguido el orgasmo durante el coito, McGough sugiere explorar primero con la masturbación, ya sea manualmente o con un vibrador. Luego de eso, te será mucho más fácil explicarle a tu pareja lo que necesitas durante un momento íntimo.

“En lugar de comenzar la conversación diciendo que no estás satisfecha, di que quieres explorar formas de aumentar el placer en la intimidad”, aconseja McGough. “Comienza preguntando a tu pareja qué le gustaría que hicieras más en la cama o cuáles son sus fantasías”, sugiere.

Luego de que hayan expresado lo que quieren, esperemos que te corresponda y te pregunte. Si no lo hace, puedes decirle: “Una cosa que me volvería loca es que tú…”. Si aún tienes problemas para obtener el orgasmo pese a que tu pareja atiende tus sugerencias, una buena idea puede ser ver películas para adultos juntos en la cual la experiencia sexual y el placer de la mujer sean el centro.

4. “Decirle a mi pareja lo que me gusta me hace sentir incómodo”

Lo más fácil es evitar las conversaciones que nos hace sentir incómodos y esperar que tu pareja lea tu mente, pero la falta de comunicación sólo conduce a la insatisfacción en el camino.

“Si tu pareja no se comunica contigo, no hay razón para que sepas lo que quiere y viceversa”, afirma la doctora Nicole Prause, fundadora de la compañía de biotecnología sexual Liberos.

Prause afirma que ser lo más específico posible y comunicar lo que quieres suavemente, pero con precisión, es una buena idea.

Puedes empezar diciendo que te gusta cuando tu pareja hace algo en específico. “Podrías decir: ‘me gusta sentir tus dedos dentro de mí, pero cuando los mueves tan rápido, me siento nerviosa como si pudiera resultar herida"”. A pesar de que puede ser difícil decir exactamente lo que quieres o necesitas en el momento, pensar con anticipación lo que vas a decir puede ser una buena manera de lograr lo que deseas de forma constructiva y positiva sin hacer que tú o tu pareja se sienta mal.

5. “No estoy seguro de cómo hacerle saber a mi pareja que tengo ganas”

A veces sientes que tienes muchas ganas y que estás siendo muy obvio/a, pero tu pareja ni se inmuta.

“Una mujer puede llegar a casa completamente agotada y estresada, pero su pareja realmente tienes ganas, luego ella tiene ganas y usa pistas sutiles para hacerle saber a su pareja, pero éste no lo entiende”, dice McGough.

“A pesar de que podrían atribuir esto a que están envejeciendo, es realmente sólo un malentendido y, de hecho, ambos pueden tener ganas al mismo tiempo y ni siquiera darse cuenta”, comenta el profesional.

La forma más rápida de romper este círculo es decirle a tu pareja cuando te sientas excitado y listo para una tarde sexy. “Otra opción es planear las noches en los que tienes tiempo asignado para la intimidad”, aconseja McGough. Pero asegúrate de no escoger un momento en que estarás cansado o tendrás otras obligaciones inmediatas.