Si ya intentaste dietas, ejercicios y nada funciona para eliminar la grasa, piel y estrías abdominales, una solución es la abdominoplastia: un procedimiento en el que el paciente puede aplanar su abdomen y eliminar la grasa, exceso de piel y fortalecer la pared abdominal. También puede eliminar la mayoría de las estrías que aparecen en el abdomen inferior después de un embarazo o cambio de peso brusco.

Cada vez son más las que se atreven a ingresar al quirófano para mejorar su figura. En el caso que tu problema sea tener una “guatita en delantal”, a causa de uno o más embarazos, o simplemente porque sufriste cambios bruscos y grandes de peso, una buena alternativa es la abdominoplastía.

Se trata de una cirugía que elimina el exceso de piel y reposiciona los músculos de la pared abdominal. “Es una intervención que se recomienda luego de una pérdida de peso considerable o posterior a un embarazo; esto debido a que los tejidos suelen perder su tono. La cirugía deja una cicatriz que se esconde en la ropa interior y alrededor del ombligo. La mayoría de las veces se complementa con liposucción para poder mejorar el contorno corporal.” explica el doctor Esteban Torres, cirujano plástico y reconstructivo, egresado UC, miembro de la Asociación de Cirugía Plástica.

Torres además recalca que la operación debe realizarse por un especialista acreditado, “pero además de tener la formación académica, debe ser empático y dar la seguridad para el proceso, contando con un equipo comprometido que permita poder afrontar de la mejor manera el post operatorio, ya que cualquier cirugía plástica es un proceso que comienza en el pabellón y se prolonga hasta por lo menos un año, donde el acompañamiento es fundamental”.

Ventajas de la abdominoplastia

Es necesario considerar que, para realizarse esta operación, el paciente debe estar en su peso ideal, así se obtienen mejores resultados. La intervención dura entre 3 y 4 horas, se usa una anestesia general y se mantiene hospitalizado al paciente por dos días. Luego de ello, la recuperación dura entre 15 y 21 días.

Las ventajas de este proceso son que se retira el exceso de piel y grasa del abdomen; se reduce la cintura, mejorando el contorno corporal; se terminan las irritaciones que se originar con el roce de la piel y la cicatriz se realiza en la parte baja del abdomen y queda escondida debajo de la ropa interior.

Los resultados suelen verse de inmediato, a pesar de que se debe esperar algunos menes para tener el resultado final, siempre que se sigan las indicaciones del especialista.

Respecto a los riegos, estos pueden ser complicaciones causadas por infecciones o coágulos, aunque son poco frecuentes, tomando las medidas necesarias. También pueden aparecer hematomas y seromas, que se solucionan con el tratamiento adecuado. Asimismo, puede existir una mala cicatrización, sobre todo en casos de pacientes fumadores o que produzcan queloides.

La intervención

Para realizar esta operación, se hacen una incisión abdominal, a la altura del pubis y otra alrededor del ombligo. El cirujano restablecerá la posición anatómica de los músculos rectos abdominales, mejorando la cintura y logrando un abdomen plano, eliminando la piel sobrante junto con la grasa acumulada en la zona.

Los primeros 15 días se debe estar en reposo relativo, sin realizar esfuerzos. No se puede conducir, fumar, beber alcohol o tomar el sol. Se deberá usar una faja abdominal durante un mes y medio. A partir del retiro de los drenajes el paciente podrá bañarse con normalidad. Debe dejar de realizar actividad física por un mes y se recomiendan sesiones de masajes linfáticos para ayudar a la recuperación.

En tanto, la abdominoplastia no debe realizarse en pacientes con problemas de coagulación, menores de edad, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ni para quienes sufren enfermedades crónicas descompensadas como, diabetes, enfermedades autoinmunes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, obesidad y en fumadoras o personas con problemas de alcoholismo.