Los medios estatales sirios denunciaron este sábado la operación militar conjunta de Estados Unidos, Francia y Reino Unido contra el régimen de Damasco y afirmaron que estos ataques son ilegales y están “destinados a fracasar”.

“La agresión es una violación flagrante del derecho internacional, es una infracción a la voluntad de la comunidad internacional y está destinada a fracasar”, dijo la agencia de prensa estatal SANA.

“La defensa antiaérea siria” entró en acción contra “la agresión estadounidense, británica y francesa”, informó la televisión estatal siria, mientras que algunos testigos señalaron a la AFP columnas de humo al nordeste de Damasco.

Estados Unidos, Francia y Reino Unido anunciaron una operación conjunta contra el gobierno sirio, una semana después de un presunto ataque con armas químicas cerca de la capital, Damasco, en el que murieron decenas de personas.

Los dirigentes de esos tres países anunciaron que los bombardeos tenían por objetivo posiciones relacionadas con las armas químicas del gobierno sirio.

La televisión estatal también citó “informaciones” de que un “centro de investigación” en el barrio de Barze, en el noreste de Damasco, había sido alcanzado.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), una ONG británica que tiene una amplia red de informadores en el terreno, los ataques golpearon centros de investigación científicos, varias bases militares y locales de la guardia republicana en la región de Damasco.

El OSDH dijo también que en la ciudad de Homs se oyeron tres explosiones después de que “un centro de investigación militar y un depósito” ubicado en esta zona del centro de Siria fueron atacados.

Trump anunció a última hora del viernes que ordenó “ataques de precisión” contra objetivos en Siria y la primera ministra británica Theresa May dijo que no había “alternativa al uso de la fuerza” en Siria y que había autorizado el ataque para “degradar las capacidades de armas químicas del régimen e impedir su uso”.

El drama de Duma, el último bastión rebelde en Guta Oriental, dejó más de 40 muertos, según los cascos blancos, un grupo de socorristas en las zonas rebeldes, y la ONG médica Syrian American Medical Society (SAMS). Pero el régimen de Al Asad y su aliado ruso lo tildaron de “invención” de los rebeldes y negaron cualquier responsabilidad.

El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que no se puede “tolerar la banalización del empleo de armas químicas”.

El secretario de Defensa estadounidense, el general Jim Mattis, informó por su parte que los ataques contra Siria “terminaron”.

“Por ahora no tenemos ataques adicionales planificados”, dijo Mattis, aunque añadió que el Departamento de Defensa está en consulta permanente con Francia y Reino Unido.

De acuerdo con Mattis, Siria no “aprendió la lección” cuando el año pasado ese país ya había sido sometido a bombardeos estadounidenses por denuncias de uso de armas químicas.

“Esta vez, nuestros aliados han golpeado con más fuerza. Hemos enviado un mensaje claro” al gobierno de Bashar al Asad, dijo Mattis.

Para Moscú, estos ataques se producen en un momento en que Siria tenía la “oportunidad de tener un futuro pacífico”.

“Los que están detrás de todo esto afirman tener el liderazgo moral en el mundo y declaran que son excepcionales. Realmente tienen que ser muy excepcionales para bombardear la capital de Siria en el momento en que se había ganado la oportunidad de tener un futuro pacífico”, escribió en Facebook la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zajarova.