La presidenta Michelle Bachelet firmará este lunes el proyecto de ley de Reforma Tributaria, planteada en su programa de gobierno, y que busca recaudar unos US$8.200 millones, un 3% del PIB, dinero destinado en su mayor parte a financiar la Reforma Educacional.

La mandataria, en cadena nacional de televisión a las 21:30 horas, explicará la iniciativa a la ciudadanía, que ingresará al Congreso para su tramitación, según lo adelantó el ministro secretario general de Gobierno, Álvaro Elizalde, la semana recién pasada.

El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, llamó el domingo a todos los sectores, incluidos los empresarios, a apoyar la iniciativa, indicando que “la reforma tributaria es una reforma necesaria para el país, es una reforma que contribuye a la estabilidad, a la gobernabilidad, y al mismo tiempo, contribuye a derrotar la desigualdad que tanto necesitamos para ser un país más inclusivo”.

Según el programa de gobierno, “la meta de recaudación del conjunto de las medidas de la Reforma Tributaria será del 3% del PIB. Esta meta se descompone en 2,5% del PIB provenientes de cambios a la estructura tributaria y 0,5% del PIB a medidas que reducen la evasión y la elusión”.

En el debate previo, generó discusión la viabilidad de una reforma sin afectar negativamente la inversión, que es uno los puntos que explican la desaceleración que experimenta la economía desde el tercer trimestre de 2013, por lo cual el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, ha reiterado el llamado a la calma, y puntualizó que la reforma contendrá “incentivos concretos al ahorro y la inversión”.

Los principales cambios a la estructura tributaria que contempla la iniciativa del gobierno, se refieren al Impuesto a la Renta, por lo cual, como dice el programa de la presidenta Bachelet, “elevaremos, en forma gradual, la tasa del impuesto a las empresas de 20% a 25% en un plazo de cuatro años”.

A esto se suma la eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (FUT), a contar del cuarto año aprobada la reforma. Esto busca que los dueños de empresas tributen “por la totalidad de las utilidades de sus empresas y no sólo sobre las utilidades que retiran (el sistema operará en base devengada)”.

En materia de incentivo a la inversión de las empresas, el mismo programa dice que “se implementará un mecanismo de depreciación instantánea, que consiste en que las empresas puedan descontar de las utilidades la inversión total del año en curso, y que beneficie principalmente a la pequeña y mediana empresa”.

Se agrega que se considerará “posibles distorsiones entre sectores productivos con distinta intensidad en el uso de inversión de capital”.