Corea del norte probablemente tomó medidas meticulosas para ocultar cualquier residuo de sus ensayos nucleares de febrero pasado, lo que alimenta las sospechas de que está utilizando un nuevo diseño de bombas con uranio altamente enriquecido, publicó The Washington Post.

El diario, que cita a autoridades estadounidenses en calidad de anonimato y expertos en armas, explicó que los efectos de la explosión del 12 de febrero fueron considerablemente limitados, y que se escaparon pocos rastros de radiactividad en la atmósfera.

Estados Unidos había anticipado este ensayo nuclear, el tercero de Corea del Norte, y lo había vigilado estrechamente con el fin de hallar residuos que revelaran la composición de la bomba, informó el periódico.

Pero en los días siguientes a la explosión, los sensores estadounidenses y surcoreanos no lograron detectar los gases radioactivos usuales en ninguna de las 120 estaciones de monitoreo ubicadas a lo largo de la frontera entre las dos coreas y cerca de los sitios de ensayos nucleares, informó el diario.

Un avión japonés registró un breve aumento de un isotopo radiactivo, xenón-133, pero el fenómeno no fue considerado concluyente, publicó.

El xenón es un gas que se desprende durante las explosiones atómicas y que permite determinar si el ensayo fue realizado con una bomba de plutonio, como los dos ensayos de 2006 y 2009, o de uranio.

Un ensayo llevado a cabo con uranio confirmaría lo que los investigadores sospechan desde hace algún tiempo. Una bomba de uranio no es más poderosa que una de plutonio, pero Corea del Norte contiene importantes reservas de este elemento.

Según el diario, la ausencia de datos concretos podría sugerir un intento deliberado de Corea del Norte de prevenir la liberación de indicadores de gases en la atmósfera, probablemente enterrando profundamente en la tierra la cavidad que sirvió para los ensayos nucleares.

Las dos Coreas se encuentran técnicamente en estado de guerra porque la Guerra de Corea de 1950-53 terminó con un armisticio y no con un tratado de paz.

Corea del Norte anunció la anulación de los acuerdos de no agresión con Corea del Sur y el corte de la línea del teléfono rojo instalado entre ambos países como represalia por nuevas sanciones de la ONU en su contra votadas en marzo.

La noticia en The Washington Post

La noticia en The Washington Post