Con tranquilidad la ciudadanía participó, eso sí de forma indirecta, del simulacro de megasismo organizado por el Gobierno.

Recordemos que el ejercicio estaba destinado directamente a los servicios públicos, poder judicial, establecimientos y entidades bancarias. Pero de todas formas, las sirenas y campanas de iglesia fueron escuchadas por transeúntes.

Cuando eran las 11 de la mañana de este miércoles 25, hubo gente que escuchó las alarmas y otra que ni si quiera se percató. Estas fueron sus impresiones.

La actividad tuvo distintos balances de la ciudadanía. Mientras unos criticaron que el ejercicio trae malos recuerdos a raíz del terremoto de 1960, la mayoría valoró el hecho de prepararse para una eventualidad similar. En todo caso, la gente manifestó que faltó que a la ciudadanía haya sido incorporada de forma directa al simulacro.

Las personas en su mayoría reconocieron haber estado informadas o haber siquiera escuchado de que en una fecha indeterminada iba a hacerse un simulacro de megaterremoto, asegurando que no tuvo para ellos el impacto que esperaban.