El presidente Barack Obama confirmó este martes la muerte de la estadounidense Kayla Mueller, una trabajadora humanitaria secuestrada en agosto de 2013 por el grupo Estado Islámico (EI) en Siria.

“Con una inmensa tristeza nos enteramos de la muerte de Kayla Jean Mueller”, indicó el presidente en un comunicado enviado por la Casa Blanca.

Washington indicó que un “mensaje privado” de los yihadistas del EI enviado a la familia de Mueller, de 26 años, fue autentificado por la inteligencia estadounidense y permitió confirmar su deceso.

“No importa cuánto tiempo tome, Estados Unidos encontrará y llevará ante la justicia a los terroristas responsables de la captura y muerte de Kayla”, expresó Obama, pero sin detallar las circunstancias del fallecimiento.

La joven, nacida en Arizona, había sido secuestrada en Alep, en el norte de Siria.

El viernes pasado los yihadistas anunciaron la muerte de Mueller durante “un bombardeo aéreo de la coalición (internacional) sobre una posición al exterior de la ciudad de Raqa”, pero entonces la Casa Blanca dijo no disponer de pruebas del deceso.

Carl y Marsha Mueller expresaron este martes tener el “corazón roto” por la muerte de su única hija, pero se mostraron orgullosos de su trabajo humanitario.

“Kayla era una trabajadora humanitaria devota y llena de compasión. Ella consagró su corta vida a ayudar a todos los necesitados de libertad, justicia y paz”, escribió la familia en la nota.

En una carta desde el cautiverio en 2014, la joven relató estar “completamente ilesa”, pero gravemente preocupada por su familia.

“Sólo pensar en todos ustedes me hace caer en las lágrimas”, escribió en una carta publicada por su familia.