¿Las letras pueden revelar la identidad de una persona? Así lo postuló hace más de 2000 años Platón, uno de los padres del arte helénico. Él, dejó en su legado cultural para el mundo Occidental la siguiente cita: “el humano sólo podrá conocer y compartir de mejor manera con otro ser, si éste dedica tiempo e interés por estudiar el tipo de escritura que el otro presenta”.

Y al parecer tenía razón ya que peritos, terapeutas y reclutadores de trabajo combinan sus trabajos con la práctica de otras disciplinas, como por ejemplo con la grafología.

El uso de la grafología

Desde 1867 esta técnica es considerada como ciencia, ya que la información entregada en sus estudios, presenta el empirismo necesario para calificarla como tal.

Ha sido usada tanto por peritos, terapeutas y reclutadores de trabajo que si bien antes de dedicarse a la grafología, estudiaron otras profesiones, luego completaron su trabajo con esta ciencia.

Javier Velasco, psicólogo y reconocido grafólogo egresado de la Universidad Autónoma de México, explica que tener conocimiento acerca de la escritura presente en cada individuo, ayuda a descubrir rasgos de su personalidad e incluso enfermedades que antes desconocía.

La autoestimada reflejada en el tamaño de las letras

Para entender esto, primero se debe saber es que las letras se componen en varias partes: el óvalo, las crestas y los pies, así lo consigna el sitio www.betocampos.com.

El primero de ellos es la parte central de letras como la “d”. El segundo corresponde a la parte superior de letras como la “f” o la “l”. Y por último los pies son la parte inferior del trazado, la “j” y la “g” califican aquí.

El tamaño muy grande de la escritura, quiere decir que la persona en cuestión tiene un gran concepto de si mismo y que puede caer en la vanidad y el egocentrismo.

Si es grande, al igual que el anterior, también es una persona con un buen concepto de sí, pero que no cae en los excesos. Además, es una persona extrovertida y que le gusta compartir con el resto.

Si la escritura es normal, revelará la personalidad de aquellas personas que se ven tal cual son, teniendo conciencia de sus defectos y virtudes. Además, presentan un equilibrio entre el ser extrovertidas e introvertidas.

La escritura pequeña es típica en personas que necesitan una mayor autoconfianza, por lo general son introvertidas, detallistas, minuciosas, calladas, observadoras, de gran prudencia y de pocas palabras, pero sin dejar de ser normales. Comúnmente la gente conocida como tacaña, coincide con estas características.

Y, por último, quienes tienen la letra muy pequeña presentan una personalidad introvertida. Por lo general son observadoras, detallistas y minuciosas. Además, el escribir así significa, generalmente, indica que la persona esconde graves problemas a nivel psicológico, que si no son tratados profesionalmente, pueden tornarse graves.

Aunque el tamaño de la letra es uno de los principales puntos a estudiar, los bruscos aumentos de tamaño o los adornos también influyen en el carácter de una persona.

Aumento en la caligrafía y los adornos en ella

Cuando en los primeros años de enseñanza educacional, la profesora enseñaba a sus alumnos a escribir de forma ordenada en el cuaderno de caligrafía, algunos estudiantes no conseguían dar con el orden esperado, ya que algunas letras sobrepasaban el reglón marcado por el cuarderno.

Pues bien, para la grafología esto es visto como un aumento brusco en el tamaño de la escritura, el que se traduce en una personalidad que presenta explosiones de emotividad, un rasgo atribuido a personas violentas y que tienden a la agresividad.

Con respecto a los adornos, comúnmente quienes hermosean su redacción al trazar adornos, que por lo general son las letras mayúsculas, revelan una personalidad de mucha creatividad e imaginación. Además, son simpáticas y tienen buen trato con el resto de la gente.

Por la descripción dada se podría creer que no hay nada malo en ellas, sin embargo, el adorno excesivo podría denotar vanidad, superficialidad y serias tendencias a caer en la mentira.

Lo que se ha explicado, es sólo un parte de lo que usan día a día los grafólogos. Entender y conocer cómo escribimos, puede dar respuestas al porqué nosotros y otros actúan de tal manera.

Existen libros que invitan a interiorizarse más con el tema, además de enseñar en detalle esta ciencia. Uno de los que aconseja el experto en grafología, Javier Velasco, es Introducción a la Grafología Aplicada, el que se puede descargar desde varios sitios de internet.