De acuerdo al Índice de Expectativas Empresariales (IEE), elaborado por la Cámara de Construcción de Santiago y la empresa de estudios de mercado Opina, las expectativas de las empresas bajaron, por su reducción en las ventas esperadas a un año. Ambos efectos fueron producto del impacto que causo, tanto en la población, en general, como en el sector empresarial, el terremoto del pasado 27 de febrero.

Imagen: noticiasalfa en flickr

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El terremoto del 27 de febrero ha afectado el clima de optimismo entre las empresas del país, si bien la intensidad del impacto recogida en esta primera e inmediata fase de evaluación es relativamente leve a la luz de los daños humanos y materiales que dejó el sismo.

Comparativamente, dicho impacto resulta inferior al que se observó a fines de 2008, al desencadenarse la etapa más compleja de la crisis internacional. En efecto, en diciembre de ese año, el Índice de Expectativas Empresariales de la CCS (IEE) cayó casi 14 puntos y se ubicó en zona de pesimismo, por debajo de los 50 puntos. En marzo de 2010, en cambio, el índice bajó sólo 4 unidades, manteniéndose en zona de optimismo (68 puntos).

El retroceso del IEE recoge principalmente la percepción de un deterioro en las condiciones globales en los próximos 12 meses y –consistentemente- una reducción en las ventas esperadas a un año. Es interesante constatar que, pese a este empeoramiento en la base de las expectativas, las firmas esperan elevar sus inversiones, aunque marginalmente, lo que seguramente se vincula a las tareas de reconstrucción, manteniendo estable en términos globales la planta laboral.

Los efectos del terremoto en el sentimiento de negocios destruyeron en marzo la tradicional correlación entre ventas, inversión y empleo esperado. Históricamente una corrección hacia abajo en el ritmo de crecimiento futuro de las ventas, ha significado en prácticamente la totalidad de los casos, una nivelación en el crecimiento esperado de la inversión futura y del empleo.

La encuesta recogida en esta ocasión no ha seguido ese patrón histórico. La variación de ventas esperadas se redujo en 4 puntos porcentuales, desde 16% a 12% entre diciembre de 2009 y marzo de 2010, pese a lo cual la intensión de inversión subió levemente, desde 6,6% a 7,2%, mientras la variación del empleo esperado se mantuvo casi sin alteraciones en torno al 4%.